La rebaja fiscal que prepara para el año que viene el área económica del Ayuntamiento, a cuyo frente está Javier Cuesta (PP), supondrá que las arcas municipales se queden sin unos cuatro millones de euros de recaudación. En todo caso, se trata de una pérdida de ingresos que el gobierno ovetense da por bien empleada para contribuir a la recuperación económica y social del municipio ante el desafío del coronavirus. Es más, el propio Cuesta asegura que la bajada de impuestos es menor de la que se plantearía en un escenario normal. El covid obliga a actuar con cautela para garantizar los servicios públicos, argumenta el responsable de las finanzas municipales.

En concreto, la propuesta fiscal para 2021 congela los precios públicos de los servicios que presta el Consistorio, entre ellos el agua y la recogida de basuras. También se prevé una nueva bajada del Impuesto de Bienes Inmuebles (IBI) que, de media, alcanzará el 4 por ciento. El IBI normal pasa del 1,58 al 1,56%, mientras que el diferencial cae del 1,10 al 1,06 por ciento, y el rústico, que estaba en el 79,8, se quedará en el 77%. Además, también se incorporan bonificaciones para las familias numerosas del municipio, con tramos que suben al 15 o al 20%.

Para apoyar la actividad empresarial se va a aplicar una bonificación del 50% en las licencias para nuevas actividades, lo mismo a emprendedores que impulsen una iniciativa por primera vez que a empresarios en ejercicio que quieran cambiar o diversificar su ámbito de actividad. Si les resulta necesario ejecutar algún tipo de obra para iniciar esa actividad, dispondrán de otro descuento adicional del 25% en la correspondiente tasa municipal.

La hostelería dispondrá de una bonificación extra del 25% para las terrazas, instalaciones que están permitiendo al sector lidiar con el covid.