El Museo de Bellas Artes de Asturias guarda tesoros y secretos y no todos son lienzos o esculturas. Hay otra obra de arte que se podrá disfrutar desde mañana mismo, como adelantó en su edición de ayer LA NUEVA ESPAÑA y cuyas imágenes distribuye ahora el Museo. El jardín del palacio de Velarde, que permanecía cerrado desde hace más de una década se convierte en refugio donde reflexionar sobre lo que se acaba de ver en las salas del Museo. Orientado al Sur, como tantos otros jardines pertenecientes a residencias palaciegas urbanas de la época, el del Palacio de Velarde es un ejemplo exquisito para adentrarnos en la elegante arquitectura del asturiano Manuel Reguera en pleno siglo XVIII.
Para todos aquellos que quieran disfrutar de este recién estrenado espacio, el acceso al jardín tendrá lugar por el interior del palacio de Velarde, según se entra a mano izquierda y tras franquear la sala de descanso. Su entrada será libre y gratuita para todos los públicos y podrá efectuarse en horario de apertura del Museo (de martes a viernes de 10.30 a 14.00 y de 16.30 a 20.30 horas, sábados de 11.30 a 14.00 y de 17.00 a 20.00 horas, y domingos de 11.30 a 14.30 horas).
La intención del Museo de Bellas Artes es que el jardín, aparte de lugar para el descanso, la tranquilidad, el sosiego y el contacto con la naturaleza, también acabe acogiendo aquellas actividades educativas que puedan realizarse en él, así como otro tipo de acciones culturales relacionadas con la actividad de la pinacoteca.
Los responsables del Museo han decidido no colocar en jardín cualquier tipo de obra artística dándole así independencia y autonomía con respecto a los espacios expositivos, algo que sí se había hecho en etapas anteriores de apertura de este espacio.
Ahora hay varios bancos, césped, camelias y dos Acer palmatum, concretamente un Sango kaku y un Inaba shidare. Serán los elementos que decorarán y completarán este espacio verde ubicado en pleno casco antiguo de la capital ovetense.
