El Principado acelera el proyecto para la construcción de un nuevo vial de acceso a la planta de Química del Nalón en Trubia, clave para sacar unos cien mil camiones anuales del centro de la localidad. La Consejería de Medio Ambiente y Cambio Climático, una vez analizadas la documentación y las alegaciones presentadas durante el periodo de información pública, estima que esta actuación no necesita someterse a evaluación de impacto ambiental, al concluir que las obras no tendrán efectos significativos en el entorno. En consecuencia, considera suficiente que se observen las medidas preventivas y correctoras inicialmente previstas, tales como evitar los vertidos a los ríos Nalón y Trubia. Con este recorte de plazos, las obras podrían salir a licitación en los próximos meses para ponerse en marcha a lo largo del año que viene.

Tras haber analizado dos alternativas de trazado, la que ha resultado seleccionada, y sobre la que se ejecutará el proyecto, consiste en un vial de 442 metros de longitud que parte de la glorieta sobre la carretera que va hacia el puerto de Ventana (AS-242). A partir de ahí, tras atravesar las fincas que tiene en la zona el Ministerio de Defensa, la traza toma una pendiente del 10 por ciento hacia un nuevo puente sobre el río Trubia. La estructura tendrá 120 metros de largo y tres vanos, el central sobre el cauce y los otros dos en los márgenes.

Tras cruzar el río, el vial desciende el 10 por ciento de pendiente que se ganó en el otro margen, hacia la zona en la que está previsto un nuevo acceso a la parcela del aliviadero del flanco derecho del Trubia. Se construirá por la parte de atrás de los pabellones del Vasco, según el proyecto.

Para la calle Suárez Inclán, el proyecto mantiene la accesibilidad tanto a las parcelas y los caminos como a la estación de ferrocarril. En esa zona, la traza discurrirá en paralelo a la vía del tren, hasta la pasarela peatonal que cruza el Nalón. Ese paso se repondrá sobre el nuevo vial, incluyendo un tramo adicional de estructura metálica.

Por último, tras pasar bajo la nueva pasarela, la traza desemboca en la explanada del aparcamiento de Química del Nalón.

Según consta en el proyecto, el vial de acceso a la planta tendrá siete metros de ancho, dos carriles para la circulación bidireccional y una acera completa en la margen derecha. En la izquierda sólo se pondrá acera en la zona de la estación de ferrocarril y en el puente, para garantizar en ambos casos el acceso peatonal. El firme será de pavimento bituminoso sobre zahorra artificial, mientras que las aceras se construirán en hormigón pulido. La constructora estará obligada a reponer los servicios que resulten afectados por la actuación, entre ellos los de abastecimiento de agua, saneamiento, gas, electricidad y telefonía.

La alternativa que ha quedado descartada habría partido de una glorieta de nueva construcción situada a unos 180 metros de distancia del punto en el que se ha decidido que arranque el nuevo vial. El trazado hubiese contado con 300 metros de longitud, incluyendo también un puente para salvar el río, aunque de 60 metros de largo y un solo vano, para desembocar en el mismo lugar que la alternativa que se va a ejecutar. Y es que, según los técnicos, ésta resulta más beneficiosa atendiendo a criterios hidráulicos, económicos, sociales y medioambientales. "No tendría que generar efectos desfavorables distintos a los evaluados", se advierte en la resolución de la Consejería de Medio Ambiente, que descarta el estudio de impacto, sobre la base de que "ni compromete ni pone en riesgo los valores naturales presentes en el área prevista para el desarrollo de estas obras".

El coste de la actuación rondará los dos millones de euros. El coste será asumido en un 50% por el Principado, en un 30% por el Ayuntamiento de Oviedo y en un 20% por la empresa, según un convenio suscrito en 2019.

La construcción de un vial que evite el tránsito de vehículos de gran tonelaje es una larga reivindicación de los vecinos para aliviar la contaminación que sufre la localidad, con picos preocupantes. A este respecto, otra de las grandes industrias implantadas en Trubia, la coquería Doy, espera tener en activo a finales del mes de febrero de 2021 la actuación que está llevando a cabo para atajar de manera drástica sus emisiones.

El de Industrias Doy es un proyecto "llave en mano" de EDP que se inició a comienzos de junio. Permitirá que esta factoría especializada en la fabricación de coque de fundición elimine cerca del 90% de sus emisiones a la atmósfera. Se trata de un objetivo fundamental para la mejora de la calidad del aire en Trubia. La actuación incluye las obras de adecuación y reforma de un edificio para colocar un nuevo soplante que permita reducir las emisiones de benceno, sin un incremento de la producción. Además, se realiza el tratamiento y aprovechamiento de los humos de las baterías de coque, lo que también tendrá una incidencia positiva en la rebaja de la polución.

La inversión de Doy alcanza los 13,2 millones. El sistema de tratamiento de humos y de aprovechamiento energético reducirá a partir del próximo febrero hasta el 70 por ciento de la emisión actual de óxidos de azufre (SOx) y hasta el 86 por ciento del material particulado.