El Ejército de Tierra estrenará las primeras unidades de serie del nuevo 8x8 "Dragón" a lo largo de 2023, si se cumplen las previsiones que se han marcado Tess Defence (la sociedad adjudicataria de la que forma parte Santa Bárbara) y el Ministerio de Defensa. Será tras una larga espera de tres lustros. Y es que el atentado sufrido en el Líbano en junio de 2007, en el que murieron 6 soldados, ya puso de manifiesto la vulnerabilidad de los vehículos en servicio y la necesidad de cambiarlos por otros más avanzados y seguros para las tropas.

El entonces ministro de Defensa José Antonio Alonso y, posteriormente, Carmen Chacón, ambos ya fallecidos, iniciaron desde el gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero el programa para sustituir la flota de vehículos blindados sobre ruedas. Sin embargo, la crisis hizo que el proyecto se guardara en un cajón hasta 2015, cuando se encargaron cinco demostradores del blindado a una UTE de la que forma parte Santa Bárbara. El Consejo de Ministros autorizó en julio de 2019 un gasto de 2.083 millones de euros para una primera partida de 348 unidades del nuevo blindado militar. Defensa seleccionó entonces a la propietaria de la planta trubieca como contratista principal, al entender que era la única compañía española con capacidad para el encargo.

Sin embargo, cuando todo parecía ya encarrilado, el pasado diciembre el Ministerio de Defensa hacía público que no aceptaba la oferta de Santa Bárbara y declaraba desierto el concurso. La empresa no tiró la toalla y este agosto se hizo con el contrato través de una sociedad creada ex profeso para este encargo con Sapa, Indra y Escribano.