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MARÍA JOSÉ SUÁREZ | MEZZOSOPRANO

"La música clásica es lo que vertebra la cultura en esta ciudad, eso es indiscutible"

"Después de 30 años de carrera, volver a los escenarios tras ocho meses sin cantar genera mucha inseguridad"

María José Suárez. LNE

La mezzosoprano ovetense María José Suárez era ayer una mujer feliz. En tiempos de malas noticias ella había recibido una de las mejores, el montaje de la zarzuela "Doña Francisquita", del que forma parte junto a otro asturiano, el director de orquesta Oliver Díaz, se llevó el premio "Max" al mejor espectáculo musical o lírico. Hoy tendrá doble motivo de celebración cuando salga al escenario de la sala de cámara del auditorio Príncipe Felipe (20.00 horas). Vuelve a cantar y lo hace acompañada de una gran amiga, la también asturiana Beatriz Díaz. Las dos unirán sus voces en el espectáculo "Canta y no llores", dentro de la programación de las fiestas de San Mateo.

- ¿Qué es "Canta y no llores"?

-Una fiesta. Por un lado, porque está dentro del programa de las fiestas de San Mateo, y por otro, porque volvemos a los escenarios después de ocho meses. También vuelve el público y queremos celebrar con ellos que la música nos alimenta el espíritu. Al menos el rato que estemos allí nos vamos a entretener y disfrutar.

- ¿Con qué repertorio?

-Es un programa muy variado y hasta participativo. Hay ópera, algo de música asturiana y zarzuela. Los que participamos en el concierto íbamos a estar en el festival de teatro lírico de Oviedo que se tuvo que suspender, se lo debemos al género y al público que iba a asistir. También habrá dos homenajes, uno a las víctimas de la pandemia y otro muy especial a Pepa Ojanguren, una gran amiga.

- Es su primer concierto desde el confinamiento.

-El primero en ocho meses. Después de 30 años de carrera, volver a los escenarios genera mucha inseguridad. Nunca he estado tanto tiempo sin cantar, el horizonte era muy malo.

- ¿Le ha costado volver a empezar?

-Mucho. Me ha costado mucho ponerme a punto. Durante el confinamiento no me apetecía cantar. Otros lo hicieron en el balcón o en las redes sociales, yo no pude. Había perdido los contratos más importantes del año, en el teatro de la Zarzuela de Madrid y en el Festival de Zarzuela de Oviedo.

- ¿Cómo mantuvo la forma?

-Haciendo ejercicios en casa.

- La cultura salvó a todos de la gran depresión durante el confinamiento.

-Totalmente. Imagínese esos tres meses sin libros, sin películas, sin obras de teatro que estaban accesibles en internet, sin series y sin música, sin poder recorrer virtualmente exposiciones como las del Museo del Prado. Eso sí, había gente que no podía, las personas mayores que no manejan internet sufrieron inanición de cultura y eso me preocupa muchísimo. Ahora les ocurre un poco lo mismo, las entradas solo se venden por internet y hasta las cartas de los restaurantes, cómo le explicas a una persona mayor qué es un código QR.

- Aun así, las entradas para su concierto de hoy se agotaron en pocas horas.

-El público tiene hambre de música. Es indiscutible que lo que vertebra culturalmente a Oviedo es la música clásica y no se había hecho nada desde "El barberillo de Lavapiés", el 29 de febrero. Se agotaron en una mañana. Hay un hambre de música impresionante. Además, mi compañera Beatriz Díaz es una persona muy querida en Asturias.

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