Oviedo quiere convertirse en una ciudad libre de agresiones sexistas y está dando los primeros pasos para conseguirlo. Por eso, durante la mañana de ayer se desarrolló en el Calatrava un taller de autodefensa y seguridad para mujeres, con 30 inscritas, que perseguía darles herramientas para lidiar en situaciones violentas. El encargado de impartirlo fue José Luis Prieto, director nacional de autodefensa de la Federación Española de Kárate, que aprovechando las restricciones sociales por el covid buscó desarrollar un "ámbito más interno", relacionando la defensa personal con el crecimiento emocional de cada una de las asistentes porque "los enemigos no siempre son desconocidos y hay que buscar el empoderamiento femenino".

Carolina Pradeira asistió con su hija Daniela. Armada con un bloc y un bolígrafo fue tomando nota de las indicaciones del profesor. Era la primera vez que asistía a un taller de este tipo y le parecía "muy necesario". Al anterior, celebrado cuando aún estaba permitido el contacto físico entre desconocidos, no pudo acudir. La que sí que participó, acompañada de su hermana, fue la concejala delegada de Políticas Sociales, Leticia González (PP), área encargada de desarrollar este curso, que es la primera vez que se realiza.

En la anterior lección, el profesor puso ejemplos de situaciones concretas en las que se podía dar violencia y cómo evitarlas. En esta, buscaba ganar en autoconfianza y seguridad en el día a día como camino al empoderamiento, en una clase mucho más teórica pero igual de útil que la anterior.

Carolina Pradeira apuntaba todo lo que iba diciendo José Luis Prieto. En una de esas ocasiones escribe: "Defensa personal" y "Desarrollo" y una línea que los divide. Tiene que redactar emociones negativas y positivas en los diferentes apartados para darse cuenta de cómo van ligadas unas a otras. "Hay que romper el muro del ridículo y quitarse los miedos", explica a su clase José Luis Prieto. Y como ejemplo, hace un ejercicio en el que se muerde la lengua para "hablar como si fuera Rajoy".

La actividad tiene lista de espera y esperan que se repita próximamente. La decisión sobre la fecha se tomará en función de la situación sanitaria. "El objetivo es que Oviedo sea un punto de respeto, una ciudad libre de agresiones, especialmente las que se ejercen sobre las mujeres por el simple hecho de ser mujer", afirma la concejala del área.