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En una sacristía no se escancia todos los días

La cofradía de la parroquia de San Isidoro el Real celebra su vigésimo quinto cumpleaños con una etiqueta de sidra de denominación

Por la izquierda, Iñaki Basteiro, vicehermano mayor de la cofradía; Javier García, del Consejo Regulador de Sidras de Asturias; Víctor Ramos, de Sidra Fran; y Luis Manuel Alonso, el hermano mayor. Irma Collín

En una celebración asturiana no puede faltar sidra. Y como en este año, marcado por la pandemia, no se pueden hacer grandes fiestas, la Real y Trinitaria Archicofradía del Santo Entierro y Nuestra Señora de la Inmaculada Concepción decidió que en su vigésimo quinto cumpleaños, sus bodas de plata, harían algo más modesto y simbólico pero también con sidra: una etiqueta especial en una botella en el Llagar Fran, denominación de origen protegida. Su presentación oficial fue ayer, en la sacristía de la Parroquia de San Isidoro el Real, después de los himnos de trompeta que daban comienzo a las fiestas de Virgen de los Dolores.

"En la Sagrada Escritura no especifica que fue una manzana la que nos echó del paraíso. Como todo lo creado por Dios es bueno, y si es asturiana, mejor", afirma Luis Manuel Alonso, hermano mayor de la cofradía. En el cumpleaños querían hacer un acto solidario, y lo plasmaron mediante el apoyo a los productos de la tierra. Entonces buscaron un llagar a su gusto y se encontraron con Sidra Fran, de Víctor Ramos presente ayer en la presentación de la botella especial.

La etiqueta es a dos colores, verde y blanco. En el centro, dentro de un circulo, se puede leer el nombre que hace referencia al apellido familiar de quien la hizo: "Ramos del Valle". "La marca era perfecta porque nosotros relacionamos los ramos con nuestra Semana Santa", cuenta el cofrade mayor. Y a los laterales del nombre y completando el rectángulo de la etiqueta está el escudo de la cofradía a la izquierda y una referencia del veinticinco aniversario a la derecha.

Existe un complemento más en el diseño, que fue la razón principal para elegir esta marca: alrededor del nombre está escrito "sidra de denominación de origen protegido", es decir, elaborada exclusivamente con manzana asturiana. Este tipo de bebida se acaba de presentar a la candidatura para ser nombrado Patrimonio Inmaterial de la Humanidad "para que se reconozca a la sidra pero también a toda la cultura sidrera y protocolos que hay detrás", en palabras de Víctor Ramos. De esta forma fortalecen a los cosecheros asturianos y a todo el que participa en el participa en el proceso de elaboración de la bebida. Desde la cofradía, avalan esta iniciativa, y además "le pedirán al cielo para conseguirlo".

La presentación de la etiqueta estuvo acompañada de un pincheo que maridaba con la sidra: bollinos preñaos y carbayones. El llagarero fue quien se encargó de escanciar el primer culín. "En una sacristía no se escancia todos los días", ríe José Luis Alonso, párroco de San Isidoro el Real.

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