La del sábado fue una noche movida para los agentes de la Policía Local de Oviedo. Uno de los principales problemas a los que tuvieron que hacer frente fueron las fiestas organizadas en domicilios. Hasta en catorce viviendas tuvieron que personarse los policías, que sólo tuvieron problemas en uno situado en la calle Víctor Sáez. Allí se contabilizaron hasta 26 personas -la mayoría estudiantes de las pruebas para Médico Interno Residente (MIR)- que en un primer momento se negaron a apagar la música y a disolver la fiesta. Los agentes tuvieron que volver por segunda vez y el suceso se saldó con una serie de consecuencias: fueron sancionados por exceso de aforo (solo pueden estar 10 personas juntas), cinco de ellos multados por seguir bebiendo en la calle y uno más por negarse a identificarse. También hubo cinco de los participantes en la fiesta que recibieron una sanción por no llevar mascarilla.

A lo largo de la noche también se sancionó a un local por no respetar el horario de cierre en la calle Aurelio de Llano y a ocho personas que había en el interior por no llevar mascarilla o no respetar la distancia de seguridad. También se propuso para sanción por temas de horario a los propietarios de un local cercano a la plaza de Porlier.

Por otro lado, se disolvieron varios botellones. Uno de ellos en la calle Lepanto, otro en Francisco Pintado de Fe, uno en el Parque de Invierno y un cuarto en el parque de Santullano. A lo largo de todas estas intervenciones algunas personas también fueron multadas por no tener puesta la mascarilla. Por la calle, en todo Oviedo, se sancionó a otras ocho personas por no llevar protección.

Además, se llevaron a cabo dos controles de alcoholemia con resultado de infracción penal y se impuso una sanción administrativa. Los agentes de la Policía Local también colaboraron con la Guardia Civil para detener a un conductor que se había fugado y al que llevaban tiempo persiguiendo. El arresto se produjo en La Argañosa y el hombre dio positivo en alcohol durante los controles.