"Alcanzó la excelencia en todas las facetas y además era mi amigo". Así, visiblemente emocionado, recordó ayer el Alcalde de Oviedo, el popular Alfredo Canteli a Jaime Martínez en la puesta de largo de la plaza que llevará su nombre en las proximidades del área de Consultas Externas del HUCA. El neumólogo fallecido el 27 de septiembre del pasado año y también conocido por su condición de presidente de la Fundación Ópera de Oviedo hasta 2018 recibió un caluroso homenaje de amigos, compañeros y representantes municipales ante el "agradecimiento sincero" de una familia al completo encabezada por la viuda de Martínez, Susy Schmickrath.

El Alcalde admitió que el acto "humilde" organizado por el Consistorio para el estreno de la calle "no salda ni mucho menos la deuda de Oviedo con el legado de Martínez". El regidor hizo mención a los diferentes apartados en los que el homenajeado destacó hasta que un cáncer le hizo perder la vida el año pasado a los 77 años de edad. "Fue de lo mejor de la neumología, hizo crecer la Ópera en Oviedo porque era un visionario y llevó al Oviedo Rubgy a lo más alto a pesar de sus limitaciones económicas", explicó el máximo representante municipal para justificar la decisión de reservar un espacio en el callejero ovetense al que fuera el gran guardián de la lírica en Oviedo durante 15 años de "incesante trabajo".

El homenaje fue posible gracias al consenso de siete colectivos. El Colegio Oficial de Médicos, la Universidad de Oviedo, la Facultad de Medicina, la Sociedad Asturiana de Patología Respiratoria, la Sociedad Española de Neumología, la Asociación Asturiana de Amigos de la Ópera, el Real Oviedo Rugby y la asociación vecinal Oviedo Reconquista fueron las entidades que hicieron posible este recuerdo póstumo al que asistieron los representantes de cada una de ellas. No faltaron entre ellos el rector de la Universidad, Santiago García Granda; el presidente de la Fundación Ópera de Oviedo, Juan Carlos Rodríguez-Ovejero, o el presidente del Colegio de Médicos, Alejandro Braña.

La viuda se dirigió al público con el único afán de trasladar la alegría y agradecimiento de la familia. "Gracias a vuestro apoyo y generosidad para hacer posible la colocación de esta placa", apuntó una Susy arropada para la ocasión por sus hijas Susana, Carla, Marta y Adela, además de sus nietos, que admitió antes del descubrimiento de la placa haberse "quedado sin palabras" frente a tantas muestras de cariño.

También intervino Carla en representación de las hijas. Lo hizo para destacar el honor de incorporar a un tercer familiar al callejero ovetense. "Mi bisabuelo Alfredo Martínez y mi abuelo Antonio Martínez ya tenían calle", recordó sobre el importante legado de una saga plagada de prestigiosos facultativos. Sobre su padre, subrayó su amor por Oviedo. "Era el mejor embajador de la ciudad, una carbayón que se identificaba como tal e invitaba a todo el mundo a visitarnos", recordó provocando las lágrimas de sus hermanas en un acto culminado con la interpretación magistral de "Oh mio babbino caro" de Puccini por parte de la soprano Maite de la Cal.