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Cuando la fiesta se vive de puertas adentro

Lucía Mateo monta en el salón de su casa una simulación de los chiringuitos mateínos para mantener viva la esencia

Cuando San Mateo se vive de puertas para adentro

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Cuando San Mateo se vive de puertas para adentro I. GAGO

Si a Lucía Mateo le hubieran dicho hace un año que no habría chiringuitos no se lo habría creído. En su casa es una de las costumbres más arraigadas, e incluso para celebrarla, la semana de San Mateo coge vacaciones. La norma es la siguiente: quedarse todos los días hasta que suene la última canción del Rincón Cubano. Y la noche del 21, guarda el vaso del último mojito hasta la próxima edición. Pero si los chiringuitos no van a Lucía, Lucía monta sus propios chiringuitos dentro de casa. La fiesta va por dentro.

Frente a la puerta, el cartel del Rincón Cubano da la bienvenida, con Mateín en una escalera pegado a su lado. Luces, botellas de alcohol y zumos y los dos vasos de San Mateo del año pasado -que, según su dueña, tendrán que durar hasta el de 2021-. E igual que en la plaza de Porlier, junto al Rincón está el Pinón Folixa, con un cartel que sobresale: su "tradicional" ración de gambas. En La Folixaria, conocido por su comida especial para veganos, anuncian pinchos de tofu y seitán, y también, purpurina para quien quiera echársela. Tampoco falta la carne guisada de la Hermandad de los Estudiantes, bajo una imagen de la Virgen, o el de la Aparo, el rincón del oviedismo. Y sin olvidarse del Club Ciclista Colloto, con una "foto cutre sacada de Google", justo en el lugar donde guarda las bicicletas.

"Nosotros somos de empezar en el pregón con un brindis y cerrar el Rincón todos los días", cuenta. Y este año, no renunciaron del todo a sus fiestas. Con San Mateo montado en su salón, todos los días se reúnen pequeños grupos de gente "con responsabilidad", como si estuvieran en un chiringuito. Siguiendo con la costumbre si no hay "Paxarines" a la venta el día 21, intentarán hacerlos en casa. Y el Día de América en Asturias, con banderas pero sin carrozas, tiene previsto hacer un menú de degustación con los platos "típicos" mateínos; es decir, los de los chiringuitos. "Queríamos mantener la esencia, ser ese lugar de reencuentros por el que se caracterizan nuestras fiestas". Aunque este año, no se ha cogido vacaciones.

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