Ocurre todos los años en los conciertos de San Mateo, uno de ellos tiene menos afluencia de público y se convierte en una de esas sesiones en las que los verdaderos aficionados disfrutan como nunca de la música. Fue lo que pasó ayer con el concierto que abrieron Rosa Cedrón y Emilio Rúa y cerró "Cerezal". Medio centenar de fieles acudieron a la llamada de la música folk. El concierto se celebró en la sala de cámara del auditorio Príncipe Felipe.

"Cerezal" presentaba su segundo disco "La cereza'l cielu", grabado y mezclado en los estudios Tutu y masterizado en los estudios Green Desert, pero como advirtió Gonzalo Pumares, "también tocaremos algunas canciones más vieyas". La banda, formada por Andrea Joglar (gaita y flauta), Juan José Díaz (percusión), Juan Yagüe (guitarra acústica), Gonzalo Pumares (violín), Marcos Álvarez (voz) y Juan Carlos Vega (bajo), estuvo ayer acompañada por Álvaro Bárcena a la guitarra eléctrica, banjo y pedal steel, lo que sirvió para introducir nuevos tintes al folk y pop-rock de la formación. Y hablando de tintes. Mientras los músicos se afanaban a lo suyo, el artista Miguel González iba pintando un cuadro en directo, con la peculiaridad que se veía el resultado de su trabajo pero no cómo lo hacía ya que pintaba desde detrás del lienzo.

La sesión se abrió con la delicadeza de la voz de Rosa Cedrón y Antonio Rúa. Interpretaron, como él mismo explicó, "versiones de canciones gallegas" que en la voz de la mujer se vuelven fronterizas acercándose al fado en algunas ocasiones. Joyas literarias en la sala de cámara en una noche tranquila, para degustar cada verso, cada acorde y acercarse a la tradición de estas tierras del Norte, siempre con la visión puesta en el hoy, pero sin mirar al pasado.