Las restricciones de aforo limitan a veinte puestos el mercado que se celebró durante el fin de semana y continua hoy en la plaza de Porlier. Hay una vía de entrada y otra de salida, y diez tenderetes de toldo blanco a cada lado. En muchos de ellos se comparte espacio, como es el caso de Emma Álvarez y Araceli Rozada. Una de ellas, Emma, vende huevos de sus "ecopitas". La otra, Araceli, ofrece verduras de la huerta. Se conocieron hace un año, aproximadamente. Pero los mercados que llevan mano a mano son muchos desde entonces. "Si compartimos, cabemos más", indica Emma. Se tuvieron que adaptar a las medidas sanitarias de la mejor forma posible, y ellas mismas fueron las que sugirieron compartir el espacio.

Esta adaptación no se plasma solo en compartir puestos en Porlier, donde la afluencia de gente es moderada. También se refiere al modelo de negocio, donde, muchos productores y artesanos han puesto sus productos a disposición a través de plataformas digitales. De forma que algunos de los que van al mercado van a buscar su "paquete".

Ese es el caso de Nieves González, que pasea de la mano con su marido, Marcelino González. Va a recoger los huevos de "ecopitas" que encarga mes a mes. Y de paso, al ver la "buena pinta que tienen los tomates", decide comprar algunos. "Compartir puestos también significa ayudarnos entre nosotros", reconoce la vendedora de verduras frescas. Pero en su caso, no puede hacer repartos a domicilio y ofrecer pedidos online como hace su compañera porque la infraestructura tecnológica del lugar donde tiene la huerta no se lo permite. "Por ejemplo, ahora mismo no funcionaría internet y no habría cobertura", explica. Se debe a la lluvia, aunque los factores son diversos. "Por redes nos conoce más gente, pero la cercanía del mercado, no la cambio por nada", afirma quien sí que tiene su negocio online.