La luz azul invade el Auditorio Príncipe Felipe. Sobre el escenario, un piano de cola y dos altavoces. Suena un violín, pero no se ve a nadie que lo toque. En cuestión de segundos aparece la sombra de quien lo hace sonar. Su pelo le delata. Es Ara Malikian, que desciende por el patio de butacas y sube al que dice que es "su lugar natural". Se le suma alguien al piano, Iván "Melón" Lewis. Comienza el concierto: el recorrido por las diferentes culturas que hizo ayer el público ovetense, guiado por el violinista armenio en una noche de San Mateo que, aunque no hubo fuegos, incendió el ambiente.

Con su vida como hilo conductor, primero trasladó al público al barrio armenio del Líbano, con "Burj Hammoud". Después recordó los años que tocó en bodas judías en Alemania, con "Pisando flores". Y pasa por Argentina, Rusia, y la Bohemia, entre historietas y risas. "Estuvimos varios meses parados y teníamos muchas ganas de volver. Así que estaremos tocando hasta que nos echen".