La Fiscalía ha elevado este martes de siete a diez años de cárcel su petición de pena para un acusado de agredir sexualmente a una mujer en su domicilio en Oviedo al considerar que la versión de la víctima es "creíble, lógica y coherente", carente de cualquier ansia de venganza o resentimiento y las lesiones que presenta son compatibles con un delito contra la libertad sexual.

El acusado ha pedido al tribunal de la Sección Segunda de la Audiencia, en la que se ha desarrollado la vista, que le absuelva al sostener que es inocente porque "nunca" hizo daño a la mujer, y que su único delito fue "confiar en ella" cuando solicitó sus servicios.

El procesado ha mantenido que el 26 de noviembre de 2019 contactó por primera vez con la mujer para tener una relación sexual, pero según su testimonio no llegó a consumarse porque ella abandonó el domicilio cuando él se negó a pagarle 120 euros cuando, según su versión, habían pactado 85 euros.

Durante tres semanas ambos mantuvieron conversaciones de whatsapp donde, según su declaración, ella le reclamaba el dinero, mientras él le acusaba de haberse llevado los 85 euros que había dejado encima de una mesa y con la excusa de ir a buscar unas cervezas no había regresado a la vivienda.

El 11 de diciembre ambos concertaron una cita sexual y, según el acusado, ambos mantuvieron relaciones consentidas en su domicilio, pero en un momento dado discutieron por el dinero, forcejearon y ella "se puso muy violenta", y le amenazó con mandarle "a unos chulos de la mafia brasileña", por lo que la echó de casa.

La víctima, por el contrario, ha afirmado que le reclamó el dinero y seguidamente el acusado la abofeteó, la insultó, la arrojó a la cama, la obligó a desnudarse y posteriormente la amenazó con un cuchillo en el cuello y ella finalmente logró huir semidesnuda de la vivienda del procesado y avisar a la Policía.

La mujer ha dicho en la sala que tiene miedo al acusado porque sabe dónde vive y ha insistido en que le cuesta mucho revivir lo ocurrido porque llegó a amenazarla con abrirla "en canal".

Siete policías han declarado en la vista que la mujer estaba en el portal del inmueble tapada sólo con una cazadora, "muy nerviosa, alterada y llorosa" y desde un principio les relató que había sido víctima de una agresión sexual, de la que fue examinada en el Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA), mientras que el acusado, que fue detenido en el domicilio, estaba también "muy nervioso y agresivo".

Tras escuchar a los testigos, la fiscal ha elevado su petición de pena de siete a diez años de cárcel, además de once años de prohibición de comunicarse con la víctima, seis de libertad vigilada, y el pago de una indemnización de 8.060 euros por las lesiones y daños morales.

Además, ha interesado que se prorrogue la prisión provisional del acusado, frente a la petición de libertad de la defensa, que ha demandado su puesta en libertad al garantizar que no se va a fugar.

El abogado de la acusación particular, Miguel Rama, ha interesado una condena de 13 años y medio por agresión sexual, otros 15 meses de cárcel por un delito de amenazas y una indemnización de 27.000 euros.

La abogada de la defensa, María Fernández Casas, ha solicitado la libre absolución al considerar que la víctima ha presentado una denuncia falsa y ha asegurado que, en caso de que su defendido sea puesto en libertad, emprenderá acciones judiciales contra ella.