La jueza del Juzgado de instrucción número 3 de Oviedo dejó en libertad provisional ayer al joven de 22 años detenido en la madrugada del lunes tras ser acusado de retención ilegal y agresión sexual por una menor de edad. Si bien la chica llegó a declarar el lunes ante la instructora del caso que fue violada por el chico tanto ayer ante la magistrada como el martes en la comisaría de policía se retractó de lo dicho y aseguró que las relaciones fueron consentidas. Dicha versión coincidió con la dada por el varón, el cual sospecha que la llamada de la chica a la policía se debió "por arrepentimiento y miedo a la reacción de un exnovio", que a su vez es primo y compañero de piso del arrestado.

Según fuentes cercanas al caso las declaraciones de la supuesta víctima y el sospechoso fueron casi coincidentes. La chica salió el domingo con una amiga y el acusado de fiesta. La otra chica les acompañó hasta el portal del piso del varón, situado en la avenida de Pumarín, donde este vive con el primo, que a su vez fue novio durante un año de la denunciante, pero en ese momento se encontraba trabajando en una sidrería. Una vez allí la pareja subió a la vivienda y tuvieron relaciones consentidas "durante unos minutos".

Sin embargo, el denunciado asegura que la chica se mostró "nerviosa y arrepentida", cogió el móvil y se fue al baño de la vivienda, desde el cual llamó a la Policía Local para denunciar una retención ilegal. Cuando llegaron al lugar los agentes municipales solo se encontraron en el piso al acusado y su primo, que había llegado de trabajar sin llegar a coincidir en la vivienda con la que fuera su pareja.

Los dos individuos facilitaron los datos de contacto de la joven, que una vez localizada fue llevada a declarar ante la instructora del caso, ante la cual dijo haber sido agredido sexualmente, procediendo entonces la Policía Nacional a la detención del acusado.

La menor acudió de nuevo el martes a las instalaciones de la Policía Nacional. Estaba previsto que formalizase su denuncia, pero en una segunda declaración señaló que no tenía pensado emprender acciones legales contra el chico. "Lo conozco desde hace años y es buena persona", declaró para justificar su marcha atrás ratificada en la mañana de ayer ante la jueza del juzgado de instrucción número 3 de Oviedo.

A pesar de decretarse la libertad provisional del procesado, el caso todavía no puede darse por cerrado. La menor fue sometida a pruebas médicas para comprobar si existe algún daño correspondiente a una agresión sexual y la Fiscalía deberá decidir si sigue adelante o no con la acusación. La jueza del juzgado de instrucción número 3 se ha inhibido en favor del juzgado de instrucción 2 al ser este el que inició las pesquisas en funciones de guardia en la jornada del lunes.

El letrado de la defensa, Víctor Manuel Sánchez Tejón, se mostró satisfecho por la decisión de la jueza, aunque se mostró cauto hasta el cierre definitivo del caso y lamentó que su cliente tuviese que esperar casi 72 horas hasta pasar a disposición judicial para contar su versión al juez.

Por su parte, la familia de la menor, que acudió a declarar sin abogado se limitó a mostrar su disposición a colaborar con la justicia para zanjar el caso cuanto antes. "Solo queremos que todo esto se borre", apuntó el entorno de la chica a la salida del juzgado.

Respecto a la otra chica que acompañó a la menor esa noche su declaración no fue necesaria, pues según indicaron las partes en ningún momento subió hasta la vivienda ni presenció ninguno de los hechos. Asimismo, quedó descartado el delito de retención ilegal, puesto que cuando llegaron los agentes al piso la chica ya se había ido por sus medios de la vivienda.