La apuesta de Oviedo para "ganar terreno al coche" en el centro de la ciudad es ya una realidad. Una veintena de calles, en su mayoría peatonales y situadas en las proximidades del Campo San Francisco, amanecieron ayer pintadas con unas rayas amarillas cuyo objetivo será el de dar prioridad a ciclistas y usuarios de vehículos de movilidad sostenible desde mañana y al menos hasta octubre. La intención del Consistorio es evaluar la aceptación de esta apuesta y acometer la construcción definitiva de una red de este tipo de viales si finalmente recibe el aprobado general de los ciudadanos.
La longitud total del trazado es de cuatro kilómetros y el inicio de su funcionamiento experimental previsto para mañana forma parte de los actos de la Semana Europea de la Movilidad, impulsados por la concejalía de Infraestructuras y Urbanismo que dirige el edil de Ciudadanos Nacho Cuesta. El recorrido ocupa en gran parte calles peatonales ya consolidadas como Longoria Carbajal o Pérez de la Sala, así como los viales semipeatonalizados durante la pandemia, entre las que se encuentran Mendizábal, Ramón y Cajal o Pozos.
Los nuevos espacios habilitados conectarán puntos de interés del centro de la ciudad alternando espacios de calles peatonales como los márgenes de alguna calzada y aprovechando parte de los pasos de cebra. En algunos casos se aprovecharán la existencia de dos carriles para el tráfico en el mismo sentido para crear en los márgenes de la calzada una zona de preferencia para los ciclistas.
La puesta en marcha está prevista para mañana por la mañana y desde la concejalía de Infraestructuras confían en que suponga un antes y un después en la movilidad de la capital asturiana. "Es manifiesta la necesidad de apostar en Oviedo por los medios de transporte sostenibles", indicó el edil durante la presentación de los actos de una Semana de la Movilidad apadrinada por el ciclista Tante Argüelles, quien en agosto cubrió los 840 kilómetros de recorrido entre Gijón y Sevilla con su bici en 37 horas y destaca el potencial ciclista de la ciudad. "Dicen que en Oviedo hay mucha cuesta, pero en otras ciudades europeas como Amsterdam, en la que hace más frío, la bici se usa mucho más", apunta Argüelles.
Los cuatro kilómetros de carriles bici "experimentales" son solo la antesala de un plan mucho más ambicioso. Urbanismo y Seguridad Ciudadana se han puesto como objetivo para este mandato iniciar las obras para crear una red de 100 kilómetros de este tipo de viales. La prioridad será empezar a tratar de conectar el centro con los barrios más populosos de la ciudad en los que existe una demanda mayor de este tipo de infraestructuras. Concretamente, se pretende empezar o bien por La Corredoria o por La Florida, pero de momento el proyecto sigue a la espera.
A la apuesta por los carriles reservados para ciclistas se suma la de aumentar el número de plazas para aparcar bicicletas. Nacho Cuesta anunció que este mismo viernes comenzará la colocación de más de 140 aparcabicis repartidos especialmente por los centros educativos, sanitarios y deportivos de la ciudad. "El reparto tiene en cuenta las necesidades y demandas de los colectivos vecinales", explicó para justificar las características de la medida.
En lo que respecta a la apuesta por otro tipo de vehículos de movilidad sostenible, el Ayuntamiento mantiene aparcados de momento sus planes para potenciar y regular el uso, por ejemplo, del patinete eléctrico. Los trámites para sacar a concurso la instalación de patinetes de alquiler por las calles de la ciudad está paralizada, según Infraestructuras "por las condiciones sanitarias actuales", mientras que la ordenanza para regular el uso de este medio de transporte se encuentra también paralizada a la espera de conocer los detalles de las normativas desarrolladas por administraciones superiores para crear una ordenanza específica, que en el caso de Oviedo aspira permitir a los patinetes a circular por aceras y calles peatonales siempre y cuando no superen la velocidad media del paso humano.
