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Las Pelayas no participarán en la Noche Blanca para evitar contagios

Las actividades se reducen en número, se amplían los horarios y se concentran en espacios con grandes aforos como La Vega y el Auditorio

La Noche Blanca se celebrará este año el próximo 3 de octubre y tendrá que adaptarse a las nuevas medidas de seguridad sanitaria para evitar contagios de coronavirus. Una de las consecuencias de la pandemia es que las Pelayas no participarán este año en el gran evento cultural del otoño. Las monjas del monasterio de San Vicente han decidido, "con mucha pena", según apuntan desde la organización, no sumarse en esta ocasión a la celebración para evitar posibles contagios.

Otros escenarios que tampoco se utilizarán este año son el teatro de Pumarín, al que debido a las restricciones de aforo solo podrían acceder 47 personas, o el colegio de Abogados, donde el aforo ha quedado reducido a 16 personas.

La organización se ha visto obligada a reducir el número de actividades, de alrededor de 60 eventos culturales en una noche, a algo menos de 37, que serán las actividades de este año. Además, la inmensa mayoría de estas actividades, salvo las pocas que se celebren en la calle, necesitarán una inscripción previa. Las entradas serán gratuitas, pero habrá que solicitarlas y rellenar un registro en internet. "Esto quita un poco la esencia de la Noche Blanca, que consiste en salir a la calle y en muchas ocasiones ir viendo qué te encuentras", reconoce José Castellano, coordinador de la actividad, que señala que "aun así lo importante es poder celebrar esta noche de la cultura".

Los responsables de la programación de la Noche Blanca ya han comprobado a lo largo del verano cómo funcionan los protocolos de seguridad en espacios como el auditorio Príncipe Felipe, donde estos días se celebran los conciertos de San Mateo, la fábrica de Armas de La Vega, donde se han celebrado los festivales Vesu, Cafca y Link, o el edificio histórico de la Universidad, donde tuvo lugar el ciclo de conciertos "Tiempos nuevos".

La opción de este año pasa por abandonar pequeños escenarios y centrarse en grandes espacios como el Auditorio, con la sala principal y la sala de cámara, o la Catedral, donde también se reducirá sensiblemente el aforo. También se volverá a abrir la fábrica de armas de La Vega, centro neurálgico de la Noche Blanca ovetense, pero, por poner un ejemplo, la nave M1, con 6.000 metros cuadrados, solo acogerá a 270 personas.

En años anteriores el número de participantes en la Noche Blanca rondaba las 45.000 personas, "este año no se trata de llenarlo de gente, sino de celebrarlo de una manera segura", insistió Castellano. Para ello ya han enviado todos los protocolos de seguridad a las autoridades sanitarias del Principado para su aprobación.

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