Susana Criado -la mujer que falleció la noche del pasado 12 de septiembre a consecuencia de un fallo cardiaco después de ser supuestamente golpeada por su pareja- fue retenida a la fuerza por el hombre cuando iba a montarse en el coche de una amiga "para huir de su propia casa al sentirse atemorizada". Al menos esa es la versión que ofreció ayer en el Juzgado de Violencia sobre la Mujer de Oviedo Laura Darriba, la persona que acudió aquella noche a la llamada de auxilio de Susana y que la estaba esperando en su vehículo frente al número 8 de la plaza Primo de Rivera cuando su pareja salió tras ella. "La arrastró literalmente hasta el portal para que no se fuese conmigo", declaró Darriba. Ayer también prestó declaración ante la juez otro hombre que pasaba en ese momento frente al edificio de Salesas y que fue testigo de los hechos. También aseguró haber visto cómo la pareja de Susana -con iniciales M. A.- sacaba del coche a la fallecida utilizando la fuerza.
"Podía haber contado que Susana sufría malos tratos antes de la noche en la que murió y que nos lo había dicho en varias ocasiones, pero sólo me dejaron hablar de lo que ocurrió frente al portal", explica Laura Darriba, que es transexual al igual que lo era Susana Criado, una mujer que se había sometido hace muchos años a un cambio de sexo y registral. "Su abogada me preguntó que por qué no había entrado en el portal detrás de ellos, pero no pude hacerlo porque la gente que estaba por la calle me paró. Todo el mundo estaba asustado y algunos pensaban que yo tenía algo que ver con lo que estaba pasando", dice Laura Darriba. "Además él me amenazó con el puño y me dijo: 'tú y tu amiga os vais a acordar de esto'. Yo también estaba asustada", afirma la mujer, que ha solicitado una orden de alejamiento con respecto a M. A.
Las cámaras del portal en el que se produjeron los hechos grabaron al hombre asestándole un puñetazo a la fallecida en la zona de los ascensores -al menos esa es la versión policial y la que maneja el fiscal del caso- pero el informe del forense recibido en sede judicial atribuye la muerte a causas naturales derivadas de las numerosas patologías previas que sufría la mujer que, entre otras cosas, padecía del corazón. Eso, y el hecho de que el ministerio fiscal no solicitase prisión preventiva para el acusado llevaron a su puesta en libertad. No obstante, el hombre sigue unido a la causa, que continuará instruyéndose por un delito de lesiones sin perjuicio de que dicha calificación pudiese modificarse a lo largo de la instrucción. "Yo no la veía tan mal de salud como para morirse. En mi opinión está muy claro que el golpe que supuestamente esta grabado le provocó el paro cardiaco".
Esther Velasco, la abogada que defiende a M. A. saca una conclusión tras escuchar la declaración de los dos testigos de ayer. "Ninguno de los dos pudo ver el supuesto golpe de mi cliente a su pareja. Parece ser que existen las grabaciones, pero los testigos no lo vieron", dice. La fase de instrucción del caso está a punto de finalizar y las partes están a la espera del juicio.
