No será a la tercera sino, por lo menos, a la sexta. Dieciséis años más tarde de la construcción de los nuevos depósitos de agua del Campón, que entonces costaron nueve millones, y varias averías después y desencuentros políticos entre distintas administraciones, con esta son ya seis las veces que se anuncia la puesta en marcha "inmediata" de la nueva red en los últimos tres años. Será la vencida, o al menos eso dicen desde el servicio de aguas, porque las últimas pruebas realizadas a la nueva tubería certifican que ya no hay fugas y que todo está conectado. Solo hacía falta instalar un sistema para echar cloro a los nuevos depósitos y al final el Ayuntamiento ha optado por aprovechar los tres bidones que tiene en funcionamiento en los viejos depósitos del Cristo. Ayer, la junta de gobierno aprobó un contrato menor para trasladarlos de uno a otro equipamiento y la previsión es que en quince días el agua que llega a la ciudad empiece a almacenarse y distribuirse desde las nuevas instalaciones.
Antes de trasladar los tres bidones de cloro hizo falta construir un pequeño tendejón con una serie de características especiales para colocar allí el sistema de clorificación. La caseta es una instalación similar a la de las gasolineras y allí también, periódicamente, se recibe y se repone el cloro que desde esos tanques se va suministrando a la red de agua.
Alrededor de esa caseta se construyó también una cubeta para prevenir cualquier tipo de fuga y en el interior de esa construcción donde ahora se llevarán los bidones que estaban en el Cristo también se puso un suelo de bañera con la misma finalidad de evitar fugas.
Que los viejos depósitos del Cristo tengan tres grandes bidones de cloro en funcionamiento es un seguro para que la transición de una red de aguas a la otra se pueda hacer con cierta tranquilidad y garantías. Cada uno de estos tanques puede almacenar cloro como para unas dos semanas, lo que permitirá al servicio municipal de aguas ir poniendo en funcionamiento el nuevo sistema de forma paulatina.
Antes de cerrar los viejos depósitos, se trasladará el primer bidón de cloro al Campón, se conectará a los nuevos depósitos y se comprobará que efectivamente el agua que sale de la nueva red está clorada y el sistema funciona sin mayores problemas. Progresivamente, se irán trasladando del Cristo al Campón los dos tanques de cloro restantes hasta que, previsiblemente a mediados de octubre, dentro de dos semanas, el agua llegue a Oviedo a través de la nueva red que lleva 16 años esperando a entrar en funcionamiento.
Las dos semanas que faltan para ver cómo entran en funcionamiento los nuevos depósitos se las llevará la ejecución del contrato menor aprobado ayer, la elaboración de un plan de seguridad y el visto bueno de los servicios correspondientes.
Además, una vez que se compruebe que el cloro entra en los nuevos depósitos y el agua sale clorada, Sanidad también manda someter a una nueva y última limpieza final los nuevos depósitos del Campón antes de instalar los contadores y que el agua comience a fluir. Será el momento en que al fin se vaciarán los viejos depósitos azules de Los Quintos, en el Cristo, un equipamiento que ya era viejo en 2004, que debía dejar de funcionar de forma inmediata y que ha mostrado una capacidad de resiliencia récord.
Fuentes del servicio municipal de agua indican, no obstante, que cuando se vacíen los depósitos del Cristo se podrá apreciar lo dañado de la estructura de ese equipamiento, no tanto por el tiempo que ha pasado sino porque el sistema constructivo utilizado tiene un envejecer muy malo, y el riesgo de grietas y daños en el hormigón era muy alto.
Mientras se acerca el momento de saldar una chapuza de casi dos décadas con la traída de agua, los depósitos que curiosamente seguirán en funcionamiento serán los más antiguos, los diseñados por Ildefonso Sánchez del Río justo detrás de las facultades del Cristo y que pese a que están parcialmente vacíos siguen abasteciendo de agua, con los tanques que todavía están en funcionamiento, a unas pocas casas de esa zona del municipio que por una cuestión de cotas de altura se surten mejor de este equipamiento construido en los años veinte del pasado siglo que de los levantados en 2004 y aún nunca inaugurados.
