La Nueva España

La Nueva España

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Oviedo pone en marcha el proyecto para recuperar la plaza de toros sin descartar usos taurinos puntuales

El Ayuntamiento contrata al autor del anterior plan director, que tumbó Patrimonio, para que haga una propuesta de mínimos antes de fin de año

Aspecto que presentaba el interior de la plaza de toros en el año 2019. MIKI LÓPEZ

Antes de que acabe el año el Ayuntamiento contará con un proyecto para recuperar la plaza de toros. El equipo de gobierno convertirá el coso en un espacio multiusos con la idea de ampliar la oferta cultural de la ciudad. Conciertos y exposiciones serán sus usos principales, pero desde el estudio de arquitectos al que se le ha encargado la redacción -o readaptación- del plan director para la plaza admiten que, en la primera reunión que mantuvieron con el Ayuntamiento, se les pidió "dejar la puerta abierta a que sea posible celebrar alguna corrida". La idea es recuperar, de momento y de una manera más tímida, el plan que fue denegado por Patrimonio durante el mandato de Agustín Iglesias Caunedo.

Para ello, a través de un contrato menor, el Ayuntamiento ha vuelto a hacerse con los servicios del arquitecto Ignacio Ruiz Allen, el mismo que redactó el plan director del año 2015. De aquel, que tenía cuatro fases que culminaban con una cubierta para el coso, solo se presentará (de momento) la primera, entonces conocida como "Fase A".

La recuperación de la plaza de toros es una de las grandes obsesiones del alcalde, Alfredo Canteli, y posiblemente su principal prioridad desde que comenzase su campaña. La reforma del coso está hoy un paso más cerca. Canteli aseguró ayer que el objetivo a corto plazo es "recuperar el edifico respetando su proyecto inicial" y, posteriormente, proceder a colocar "una cubierta" sobre el coso. El Alcalde adelanta que el futuro "pabellón multiusos" de la ciudad no tendrá una capacidad inferior a la de 5.000 asistentes.

Lo que el Ayuntamiento presentará a Patrimonio cerca del comienzo del año próximo será una "puesta a punto" de la plaza de toros. Para ello, cuentan desde el estudio, se retirarán los elementos "más deteriorados" del mismo. Concretamente, hablan de eliminar el segundo graderío. Una estructura que data de los años cincuenta, posterior a la infraestructura original. Ya en el año 2008, cuando Ruiz Allen visitó por primera vez la plaza en el marco de la redacción del plan director, la parte interna de la grada se encontraba en un estado "deplorable". El objetivo del arquitecto, ahora, es encajar las piezas "del puzle". Una complicada tarea que requiere cumplir con las normativas vigentes en cuanto accesos y aforos, tocar "lo mínimo" de la estructura para cumplir con patrimonio y adecuar el coso a lo que demanda el gobierno de la ciudad. El arquitecto defiende el proyecto multiusos que presentará antes de que acabe el año argumentando que es "algo que se ha implantado con éxito en otras muchas ciudades de España".

Otro punto de la futura renovación de la plaza de toros pasa por dejar vía libre para continuar con las fases del proyecto de 2015, pero dejando, a su vez, un edificio listo para su uso. Eso requerirá que la estructura esté preparada, bien para soportar la construcción de un segundo piso, o bien una cubierta, que son algunos de los puntos que Patrimonio en su momento consideró más conflictivos.

Aunque colocar una cubierta está en la agenda del Alcalde es la perspectiva más lejana. En cambio, levantar una segunda altura es algo que está algo más cerca de su consecución y fuentes municipales admiten que "se está estudiando". El edificio, construido en 1889 por el arquitecto Juan Miguel de la Guardia, contaba con una segunda altura que se perdió a causa de un incendio. El Principado levantó la mano respecto a esta "alteración" de un bien protegido a finales de 2018, cuando en la alcaldía se sentaba el socialista Wenceslao López. Pese a esto, y según las mismas fuentes, la reforma que ahora se pretende acometer desde el Ayuntamiento "no requeriría de una modificación de la calificación de Bien de Interés Cultural", una protección que se le dio a la plaza en 2007. Mismo año en el que se celebró la última corrida en la ciudad, de la mano de Jesulín de Ubrique.

La idea del actual equipo de gobierno es dar celeridad a "la primera fase" de un proyecto para el que dejan abierto un futuro desarrollo. En esta etapa se ejecutarán "las obras necesarias, la modificación de las entradas (para cumplir las normativas actuales), asegurar la estructura y reformar el graderío". Una perspectiva sobre la que Nacho Cuesta (Cs), responsable del área de Infraestructuras se muestra optimista. Ayer, el teniente de alcalde informaba de que las negociaciones con Patrimonio "están dando sus frutos", aunque reconoce que "los tiempos de la administración" no son "tan ágiles" como les gustaría. Este es un proyecto del que ya se hablaba en el Ayuntamiento durante la época del confinamiento pero que recibió impulso durante una reunión entre Cuesta y Pablo León (director general de Patrimonio) que tuvo lugar a finales del pasado mes de junio. Hoy, con la nueva contratación de Ruiz Allen para la redacción del proyecto, Oviedo está más cerca de volver a darle vida a uno de sus edificios más emblemáticos.

Compartir el artículo

stats