No hay marcha atrás. El Ministerio de Defensa garantiza que las partidas presupuestarias destinadas al contrato del 8x8, con un techo de gasto de 2.100 millones de euros, no están en cuestión. Así lo pone de manifiesto en una respuesta parlamentaria a Vox, después de que el partido que preside Santiago Abascal se interesara por su futuro debido a la ofensiva contra el programa protagonizada por las fuerzas independentistas catalanas. El vicepresidente del Gobierno, Pablo Iglesias (Unidas Podemos), se sumó a esas críticas, pero en todo momento ha dejado claro que no iba a plantar batalla contra un compromiso previo a su entrada en el Ejecutivo.
En todo caso, Margarita Robles se ha mostrado inflexible en la defensa del programa de los 8x8, al entender que es fundamental para la generación de empleo en Asturias, el País Vasco, Andalucía y Madrid, así como para la industria nacional y la mejora de la seguridad de los militares españoles destinados a misiones en el extranjero.
El contrato del 8x8 garantiza carga de trabajo para la fábrica de Trubia para los próximos años. Además, el hecho de que el Ministerio tenga previsto dos fases más de construcción, para pasar de 348 vehículos a cerca de un millar, y la comercialización en el extranjero del modelo pueden hacer que el encargo vaya más allá de 2030.
La filial de General Dynamics se encargará del suministro de la plataforma y la integración del vehículo, algo que hará tanto en Trubia como en las instalaciones que tiene en la localidad sevillana de Alcalá de Guadaira.
Por lo que se refiere a sus socios en Tess-Defence, la sociedad creada específicamente para este encargo, Indra aportará el sistema de misión y la arquitectura electrónica, Sapa Plasencia se encargará del grupo motopropulsor y Escribano de los sistemas de armas.
