Los veintidós sanitarios que integran la plantilla del centro de salud de La Corredoria -doce profesionales médicos y diez del área de enfermería- atienden al día a una media de mil pacientes entre consultas presenciales y telefónicas. Al menos esos son los números que manejan los trabajadores del ambulatorio, que ayer volvieron a salir a manifestarse a las puertas del centro para exigirle al Principado un aumento de la plantilla. "Hay jornadas en las que alguno de nosotros tiene que gestionar hasta sesenta consultas. Está muy claro que esta situación va en contra de la salud de los pacientes. La atención no puede ser buena de ninguna manera", explica Manuel González, que es el coordinador del área de enfermería en el centro de salud de La Corredoria.

González asegura que la única forma de cubrir las necesidades del barrio más poblado de Oviedo es que los profesionales hagan horas extra, un esfuerzo que después no se ve reflejado en la nómina. "En ocho horas es imposible que nos dé tiempo a atender a todos los pacientes. Hay médicos que están saliendo a diario a las siete de la tarde cuando tendrían que estar en sus casas a las tres. Además, hay que tener en cuenta que las consultas por teléfono nos llevan mucho más tiempo que las presenciales. Hemos llegado a una situación que ya es insoportable", señala Manuel González. "En los últimos meses estamos atendiendo más de treinta mil consultas entre veintidós personas. Eso no es de recibo y hay que corregirlo", añade.

El representante de los trabajadores del ambulatorio de La Corredora afirma que cada uno de los sanitarios que trabajan en el ambulatorio tiene a su cargo a unos dos mil pacientes del barrio más grande de la ciudad. "El número de cartillas por profesional no debería pasar de mil quinientas. Pero además esos números son falsos. Dicen que tocamos a unos dos mil pacientes, pero no tienen en cuenta que desde que se dieron esas cifras se han construido al menos dos bloques de viviendas grandes en La Corredoria, lo que supone al menos otras cuatrocientas personas. Por otro lado tenemos constancia de que hay unas mil trescientas personas que no están censadas en el barrio y que están recibiendo asistencia en nuestro centro de salud", señala González.

Las protestas de ayer -las primeras tras el parón veraniego- han servido para que el Principado mueva ficha. Según explican los profesionales de La Corredoria, poco después de la concentración recibieron una llamada de la Consejería de Salud para prometerles que el próximo martes se incorporarán a la plantilla un médico y una enfermera, unos refuerzos que se llevan esperando desde hace mucho tiempo, incluso desde antes del inicio de la pandemia. "No vamos a decir que no nos vienen bien esos refuerzos, pero son claramente insuficientes porque tendrían que haber llegado hace cuatro años. Los ideal sería que metiesen al menos otro médico y otra enfermera más y también que el pediatra que está a media jornada trabajase a tiempo completo. No podemos dejar de lado que La Corredoria es un barrio de parejas jóvenes en el que los niños abundan", dice el portavoz de la plantilla. "También tienen que meter personal administrativo y mejorar la capacidad de la centralita para que los teléfonos no comuniquen siempre".