El Arzobispado está llevando a cabo una reordenación de las parroquias de las principales ciudades asturianas con el objetivo de que las más cercanas y parecidas compartan y rentabilicen sus recursos a través de las denominadas unidades pastorales. Según explica el arcipreste de Oviedo, Marcelino Garay, que es párroco de San Melchor de Quirós (Vallobín-La Florida), este tipo de asociaciones no conllevan la desaparición de parroquias, sustituciones de sacerdotes ni cierres de iglesias.

"De lo que se trata es de colaborar más y mejor, caminar juntos y conocernos entre nosotros, poniendo en común los recursos que tenemos para sacarles más provecho", explica Garay, que sabe bien lo que es una unidad pastoral, toda vez que su parroquia forma una de las tres que ya se han creado en el casco urbano de la capital de Asturias. En su caso, junto a la de San Antonio de Padua, nacida como filial de San Pablo de La Argañosa.

Las otras dos unidades pastorales de la ciudad de Oviedo están integradas por las parroquias de San Pedro de los Arcos y Nuestra Señora de la Merced (Ciudad Naranco), además de por la de la Natividad de Nuestra Señora (Guillén Lafuerza) y Ventanielles.

Junto a estas tres agrupaciones, en Oviedo hay otras unidades pastorales que combinan el componente urbano con el rural, con cabeceras en los barrios de San Lázaro y del Cristo, respectivamente.

Según avanza Marcelino Garay, la próxima unidad pastoral que se ponga en marcha en Oviedo podría ser la compuesta por San Tirso, San Isidoro y Santa María La Real de la Corte. Según explica el Arcipreste, se trata de parroquias similares, con una feligresía de edad avanzada en su mayor parte y que ya están colaborando entre sí en cuestiones como la catequesis infantil. "No quiere decir que vayan a desaparecer para formar otra, sino que se intensifica la relación entre ellas para mejorar", subraya Garay.

Este modelo de organización parroquial, que también funciona ya en otras diócesis españolas, tiene como objetivo racionalizar recursos humanos y materiales, así como la posibilidad de centralizar en un solo templo algunos servicios, como es el caso de las catequesis. Pastoral es el término eclesiástico para definir los servicios que presta una parroquia y lo que se pretende es unificar esos servicios en una red integrada por entre dos y cuatro parroquias, con los curas trabajando de forma conjunta, ya que, en la práctica, se trata de una única comunidad.

El Arzobispado trabaja ahora en el proyecto para la implantación de las unidades pastorales en la ciudad de Gijón.