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El callejero de nunca cambiar

La última sentencia que anula las 17 modificaciones de las calles franquistas pone al Ayuntamiento en posición de volver a iniciar la aplicación de la ley de Memoria Histórica

Retirada del medallón de Franco de la plaza de España en 2015. LNE

Desde que Gabino de Lorenzo convocó en noviembre de 2007 a un grupo de expertos para analizar cómo afectaría la Ley de Memoria Histórica a la ciudad hasta hoy, pasado ya un día de la sentencia que anula las 14 modificaciones realizadas por el anterior equipo de gobierno, el resumen dice que Oviedo solo ha logrado suprimir tres nombres de calles franquistas y retirar tres elementos del total de 27 nombres puestos en cuestión a lo largo de 13 años de análisis y de distintos comités de sabios. El nuevo varapalo judicial llega, además, con una nueva ley regional aprobada, la de Memoria Democrática, que complica más las cosas al Ayuntamiento. Lo quieran o no, y viendo el culebrón judicial de estos últimos años, al equipo de gobierno encabezado por Alfredo Canteli no le queda casi otra que volver a empezar el trabajo memorialístico desde cero y hacerlo bien.

El juez Carbajo cuantifica en la última sentencia lo que costaría "legalizar" las calles de Oviedo en 4.650,58 euros (supuestamente el coste de reponer las placas de las 17 placas) y aprovecha esa cifra para decir que la sentencia es firme en virtud de la Ley de lo Contencioso que contempla que no haya recurso posible para los pleitos de menos de 30.000 euros. En todo caso, a la hora de redactar el fallo sí dice que cabe recurso. Ante la aparente contradicción cabe solicitar aclaración, aunque todas las fuentes jurídicas consultadas concluyen que un caso como este excede el costo de unas placas y debería permitir recurso.

La respuesta a esta pregunta queda pendiente del análisis de abogacía consistorial y la decisión política que tome el gobierno de PP y Cs. Lo más probable es que opten por dejar morir esta vía judicial, que suma ya dos años de pleitos.

Por ahora los nombres no se cambian. No, al menos, de forma inmediata. La sentencia anula aquellos acuerdos del anterior gobierno, lo que llevaría a reponer los viejos nombres. El Ayuntamiento, de no recurrir, podría hacerse el remolón o esperar a que algunas de las partes demandantes (La Hermandad de Defensores o el abogado José María Pérez) reclamaran la ejecución de sentencia.

Ya no es solo la Ley de Memoria Histórica de Zapatero la que está vigente. Ahora también hay que aplicar la de Memoria Democrática del Principado, que ya no habla solo de elementos de exaltación y represión de la Guerra Civil y la dictadura, sino que, con mención expresa al callejero, considera "contraria a la memoria democrática y a la dignidad de las víctimas" cualquier "conmemoración, exaltación, legitimación, justificación, enaltecimiento individual o colectivo del golpe militar de 1936 y del franquismo, de sus dirigentes o de las organizaciones que sustentaron al régimen dictatorial, o en general de cualquier organización contraria a los principios democráticos". Así las cosas, y si no quiere enfrentarse a nuevos pleitos, el único camino que le queda a Canteli (PP) y a su socio Nacho Cuesta (Cs) es tratar de armar un nuevo proceso para ajustar a la ley el callejero de Oviedo y hacerlo con escrupuloso mimo legal para que nadie se lo pueda tumbar.

De forma muy resumida, dos. Gabino de Lorenzo montó en 2007 un grupo de expertos muy controvertido, del que salió, en mayo de 2008 un listado de 14 calles que había que cambiar (en realidad eran 15, pero Comandante Janáriz desapareció del listado final). Solo se llegaron a cambiar tres: División Azul (hoy Real Oviedo), Capitán Almeida (Fernando Alonso) y Teijeiro (Samuel Sánchez). También se retiró, ya con Caunedo en el gobierno, la estatua de este último teniente coronel y el medallón de Franco de la Plaza de España (tras varias denuncias). El tripartito montó nuevo comité de expertos del que salió una lista de 21 calles (nueve de ellas coincidentes con el listado anterior) se suprimió también una placa "a los funcionarios caídos" que estaba dentro del edificio consistorial. No, así, pese a los intentos de que la Hermandad de Defensores y la Iglesia los retirara, los monolitos con simbología franquista (yugo y flechas) que todavía siguen hoy en la plaza del Fresno/La Gesta.

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