La epidemia del covid-19 y la incidencia que ha tenido en las residencias y geriátricos y en el conjunto del sector sociosanitario ha llevado al Gobierno regional a abrir una mesa de trabajo sobre el futuro de los servicios que prestan este tipo de establecimientos residenciales. Sus conclusiones marcarán el futuro de los equipamientos y servirán de base a los rectores del centro intergeneracional Ovida para replantearse el proyecto previsto para dos de las tres torres que están pendientes de levantarse en la parcela de la antigua estación del Vasco.

El proyecto original, una vez descartado replicar el modelo intergeneracional en marcha en Montecerrao, consiste en un gran complejo residencial para personas mayores que ocuparía ambas edificaciones y que, en conjunto, sumaría alrededor de cuarenta viviendas independientes y más de cien habitaciones. Ahora, ante las incertidumbres que se ciernen sobre el sector debido a la pandemia, los promotores de la iniciativa están a la espera de conocer los resultados de la mesa de trabajo autonómica para, a partir de ahí, y según indican sus portavoces, "replantear el proyecto para ajustarlo a la nueva realidad y a la normativa poscovid".

En todo caso, y a la espera de acompasar el proyecto a la nueva situación, los dueños de Ovida (Proinso) esperan que el área de Urbanismo expida en breve la licencia de obra para organizar los trabajos estructurales previos al inicio de la actuación.

Los promotores del proyecto subrayan que el plan Gran Bulevar para el Vasco destaca, entre otras cosas, por su "ubicación privilegiada", que "favorecerá el fomento de las relaciones sociales".

Los estudios para la implantación del gran complejo asistencial del Vasco, previos a la irrupción del coronavirus, detectaron que en el centro neurálgico de la ciudad de Oviedo hay escasez de plazas para personas mayores. El proyecto, afirman sus promotores, estaba enfocado inicialmente hacia la prevención y la socialización de los usuarios.