De los 24 nombres de calles de Oviedo que alguna vez han sido propuestos para abandonar el callejero por sus connotaciones franquistas, en aplicación de la ley de Memoria Histórica, solo tres han llegado a consolidar su desaparición. Del resto, ahora que un juez acaba de tumbar las 17 nuevas calles que aguantaban la última modificación propuesta por el anterior equipo de gobierno, más de 12 figuraban ya en la primera propuesta, realizada hace más de una década por una comisión de expertos muy distinta de la convocada por PSOE, Somos e IU, y con un gobierno de un color muy diferente, todavía con Gabino de Lorenzo al frente.
Si, como apuntan todas las fuentes conocedoras del proceso, lo más probable es que el Ayuntamiento no recurra la última sentencia, deje morir este proceso judicial dilatando al máximo el cambio formal de las calles e inicie un nuevo procedimiento para aplicar la ley memorialista en la ciudad, esa docena de calles parecen las que tienen más papeletas para consolidar un cambio de nombre. Así, además de los nombres ya anulados en 2009 (Capitán Almeida, hoy Fernando Alonso; División Azul, ahora Real Oviedo, y Coronel Teijeiro, que rebautizó Samuel Sánchez), la coincidencia entre las conclusiones de los dos grupos de expertos afecta a Alférez Provisional, Celestino Mendizábal, Comandante Bruzo, Comandante Caballero, Comandante Janáriz , Comandante Vallespín, Coronel Aranda, Diecinueve de Julio, Fernández Capalleja, plaza de la Liberación, Rafael Gallego Sainz y Sargento Provisional.
Mayor disparidad ofrecen un puñado de cinco calles que el grupo de trabajo del tripartito y que en el anterior análisis o bien se habían descartado o no se habían llegado a analizar. Son Calvo Sotelo, Mariano Flórez, la plaza de la Gesta, Rodríguez Cabezas y Teniente Alfonso Martínez.
Por último, están esas cuatro calles que la justicia ya había anulado previamente. Son las de Fernández Ladreda, General Yagüe, Marcos Peña Royo y Yela Utrilla. Su reposición en el callejero se debe a una cuestión en apariencia formal, pero que tiene algo más de fondo. Cuando el Partido Popular, la Hermandad de Defensores de Oviedo y el abogado José María Pérez denunciaron el cambio inicial de 21 calles realizado por el tripartito, la jueza resolvió que ese cambio no se ajustaba a la legalidad, pues se amparaba en la memoria histórica pero no explicaba cuál era el vínculo franquista de esas calles ni aportaba conclusiones del grupo de trabajo que el tripartito sí había convocado.
Para resolverlo, el gobierno de PSOE, Somos e IU armó de nuevo el expediente, esta vez incluyendo las conclusiones del grupo de trabajo, pero vieron que estas no soportaban vincular esas cuatro calles a la ley, por lo que se decidió sacarlas del grupo general y aprobar su modificación sin vincularlas a la Memoria Histórica. Como había una sentencia previa, la jueza entendió que era un intento de burlar su cumplimiento, por lo que solo dejó firmes las 17 calles restantes, que ahora un juez ha tumbado también. Pero ha sido por un motivo distinto, aunque también formal.
Considera que el grupo de expertos no se convocó con las garantías propias de un órgano colegiado, lo que invalida sus conclusiones.
