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La Corredoria echa de menos El Cortijo

Los usuarios piden la "apertura controlada" del centro social del barrio: "Muchos mayores ya no salen de casa, algo que también mata"

El centro social El Cortijo, en el barrio de La Corredoria. MIKI LÓPEZ

Los usuarios del centro social de La Corredoria y las asociaciones que desarrollan allí sus actividades llevan siete meses sin poder disfrutar de un espacio que para muchos es el corazón de un barrio que roza los veinte mil habitantes. El cierre de El Cortijo a consecuencia de la pandemia -una medida generalizada en Oviedo- ha obligado a suspender todo tipo de cursos, actividades deportivas o talleres y ha provocado que "cientos de personas" no dispongan de un espacio que siempre ha servido como lugar de encuentro y de reunión para los vecinos. Los colectivos del barrio son conscientes de que el virus ha vuelto a golpear con fuerza y de que cualquier precaución es poca en estos momentos, pero a su vez consideran que el centro social podría utilizarse si se toman todas las medidas necesarias. "El Cortijo es más grande que otros centros sociales de Oviedo y se podría limitar el aforo. En los bares y en las cafeterías también hay riesgos, como en otros muchos establecimientos, y siguen abiertos", explica Teresa Ruiz, la presidenta de la Asociación Libre de Mujeres de La Corredoria.

El cierre de El Cortijo ha tenido especial impacto en las personas de más edad. "La gente mayor que antes iba al centro a jugar a las cartas o al parchís anda ahora por los parques y a la intemperie. La gente está desubicada", asegura Ruiz. "Solo desde nuestra asociación ofrecemos clases de pilates, zumba, sevillanas, danza oriental, ingles para niños... En el centro social hay vida por la mañana y por la tarde, forma parte del día a día de La Corredoria y es muy importante", dice la presidenta de la Asociación Libre de Mujeres de La Corredoria. Jesús García Peón, del colectivo Asparve (Asociación de Participación Vecinal), va aún más allá y asegura que El Cortijo cumple muchas veces con una labor social en el barrio. "Hay personas que viven solas o que no están bien económicamente y no se pueden permitir el lujo ni de poner la calefacción en sus casas los días de frío. Muchas de ellas se pasan la tarde calentitas en el centro social y cuando llegan a su casa se meten en la cama. El Cortijo es un poco la casa de todos", explica García Peón. En El Cortijo, entre otros colectivos, tienen su sede una peña de bolos o la peña azul que lleva el nombre del centro social.

También tiene su espacio en El Cortijo la Asociación de Mayores de La Corredoria, que integra nada más y nada menos que a unas setecientas personas. "Toda la gente mayor del barrio se pasaba el día en el centro social y ahora no tiene adónde ir. Muchos ya no salen ni de casa, algo que también mata como el coronavirus", señala Teo Astorga, que es el presidente del colectivo, miembro de la directiva de la Federación de Asociaciones de Mayores del Principado de Asturias (FAMPA) y miembro del Consejo de Personas Mayores del Principado. "Dentro de todos los cursos y actividades que se hacen en La Corredoria hay muchos que sirven para que las personas de cierta edad puedan hacer ejercicio. Si no pueden moverse de sus casas ni tienen un espacio al que acudir, acabarán teniendo un problema de salud", advierte.

La presidenta de la Asociación Libre de Mujeres ya le planteó a la concejala Lourdes García (Cs) la posibilidad de retomar sus talleres, pero la respuesta del equipo de gobierno municipal no fue la que ella esperaba. "Solo nos ofrecieron la posibilidad de desarrollar las clases en la plaza del Conceyín, pero con la llegada del mal tiempo y la temática de las clases sería imposible. Tendrían que ponernos una carpa u otra instalación y estaríamos en las mismas", explica Teresa Ruiz.

Nicanor Platero, que preside la Asociación de Vecinos "El Conceyín", también es de los que piensan que el Ayuntamiento tiene que buscar alguna fórmula para reabrir el centro social. "Durante el confinamiento fue comprensible, pero ahora, si se cumple la normativa, no tiene sentido mantenerlo cerrado", señala Platero. "La mayoría de las asociaciones nos reunimos y desarrollamos nuestras actividades desde El Cortijo. Con el centro cerrado, está todo parado", añade. Todos los colectivos del barrio piden que al menos se abra la biblioteca, que se encuentra en un espacio independiente dentro de la parcela de El Cortijo.

El Ayuntamiento anunció precisamente ayer su intención de reabrir este servicio el día 26 de este mes. "Lo del centro social no es fácil y lo entendemos, porque el Ayuntamiento solo cumple con la normativa sanitaria, pero nosotros también apoyamos que se abra la biblioteca", dice Pablo Fernández Cabañas, de la asociación "San Juan".

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