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Una empresa gallega construirá el nuevo Instituto de Lácteos por 7,4 millones

El edificio proyectado en La Corredoria contará con cuatro plantas, y las obras, que empezarán en noviembre, estarán listas para mediados de 2022

Las instalaciones del Instituto del Carbón junto a las que se levantará el nuevo edificio de cuatro plantas del Instituto de Lácteos en La Corredoria. M. LÓPEZ

Oviedo contará con un nuevo referente investigador a partir de mediados de 2022. El Ministerio de Ciencia e Innovación acaba de adjudicar a una sociedad gallega la construcción de la nueva sede del Instituto de Productos Lácteos de Asturias (IPLA) por 7,4 millones de euros. Los trabajos se iniciarán en noviembre si todo va bien y permitirán levantar un edificio de cuatro plantas en la misma parcela que la sede del Instituto del Carbón, en La Corredoria. El nuevo complejo se estrenará año y medio después con el traslado a Oviedo de la plantilla con la que cuenta el IPLA en sus actuales dependencias de Villaviciosa.

El Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), presidido por la asturiana Rosa Menéndez y del cual depende el IPLA, es el impulsor de un proyecto llamado a integrarse en un futuro polo de investigación junto con el complejo del HUCA y otras apuestas biosanitarias planteadas tanto por la Cámara de Comercio de Oviedo como por el propio Principado en los terrenos de La Vega.

La construcción del nuevo inmueble fue licitada con un presupuesto máximo de 9,4 millones de euros y 25 compañías presentaron ofertas firmes para hacerse con el contrato de los trabajos. Tres de dichas ofertas fueron desechadas por la mesa de contratación y la de la compañía orensana Alea S. A. fue la única de las 22 restantes que obtuvo la máxima puntuación con una oferta de 7,4 millones de euros. Fuentes de la constructora señalaron ayer que solo queda formalizar el contrato para poder iniciar las obras "en el plazo de un mes".

El proyecto redactado por el arquitecto Jovino Martínez Sierra consiste en levantar un inmueble de cuatro plantas sobre una superficie de 4.977 metros cuadrados para habilitar 4.276 metros de superficie útil. El sótano alojará oficinas, almacenes para distintas sustancias, un taller con almacén y una sala refrigerada con arcones entre otros servicios. La planta baja contará con un vestíbulo, salas de reuniones, la zona destinada al personal administrativo, diferentes laboratorios y espacios para uso del personal como vestuarios y aseos. Tanto la primera como la segunda planta contarán con varios despachos y laboratorios equipados con la tecnología más puntera para la investigación de los productos lácteos.

La propia delegada del CSIC en Asturias, Ángeles Gómez Borrego, calificó ya en verano como "ilusionante" una apuesta pensada para modernizar la investigación láctea en la región, únicamente criticada desde Villaviciosa, donde el Ayuntamiento mostró su oposición a perder la condición de sede del organismo investigador.

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