El Desarme no para de crecer, incluso "en el peor año de la hostelería". El VIII Capítulo de la Cofradía del tradicional menú ovetense -a base de garbanzos con bacalao y espinacas, callos y arroz con leche- se convirtió ayer en una exhibición de músculo por parte de una entidad que incorporó a 18 nuevos miembros honoríficos y de número. Entre los nuevos "fichajes" estuvo el exciclista gallego Álvaro Pino, quien recibió el título de cofrade de honor junto al gaitero Vicente Prado, "El Pravianu", y el director del centro territorial de RTVE, Luis Fernando Martínez. "Admiro Asturias y prometo difundir el Desarme con todas mis fuerzas", declaró entre aplausos el que fuera campeón de la Vuelta a España de 1986, apelando a su "espíritu competitivo" para ejercer su nuevo cometido con eficacia.

El cónclave gastronómico tuvo lugar en el restaurante De Labra, cuidando especialmente las medidas sanitarias. Una docena de mesas con seis platos en cada una se repartían por el salón, en el que el cofrade mayor, Miguel Ángel de Dios, corría de un lado para otro para que todo saliera a la perfección. "Gracias a todos los que hacen posible que sigamos creciendo en el peor año", indicó el maestro de ceremonias para dar la bienvenida a las pocas cofradías y colaboradores que pudieron acudir al acto central de esta edición del Desarme.

Las limitaciones provocaron que la Cofradía del Vino de Cangas, la del Gamonéu, la de La Pegarata de Pola de Laviana, los Amigos de los Nabos, los gastrónomos del Yumay y el Círculo Gastronómico de los Quesos de Asturias fueran los únicos colectivos asistentes a un acto marcado por el "bautismo" de los nuevos integrantes. Los guardianes del Desarme dieron la bienvenida a trece nuevos miembros de número. El exdirector general de RTPA Antonio Virgili y el vicepresidente de la Sociedad Ovetense de Festejos, Felipe Díaz de Miranda, juraron su fidelidad a la cofradía junto a otras once personas: la exconcursante del programa televisivo "Master Chef" Mónica Longo, Carmen García, Carmen Sama, Cecilia Cantabranas, Daniel Gómez, Esmeralda Díaz, Floro Quirós, Iván González Hortal, Jorge Fernández Peña, José López y Luli Fuentes, que completaron la nómina de nuevos "incondicionales" del Desarme y prestaron juramento comprometiéndose a defender sus bondades.

A continuación, llegó el turno de los nuevos embajadores de honor. El gastrónomo Carlos Martínez Guardado compartió el reconocimiento con la Cofradía de la Buena Mesa del Mar de Salinas, representada para la ocasión por su presidente, Vicente Quintanilla. Guardado consiguió emocionar a los presentes con un discurso en el que tuvo un recuerdo para su esposa, Ana Cobas. "El año pasado ya estaba muy mal, pero insistió en salir porque no podía faltar al Desarme. Falleció doce días después", recordó con la voz entrecortada el que fuera fundador de la Cofradía del Colesterol, en 1996.

Quintanilla, por su parte, subrayó el honor que supone para su colectivo el título otorgado por sus colegas de Oviedo. "Es un gran honor porque somos una cofradía hermana y fuimos también padrinos de la del Desarme cuando decidieron constituirla", apuntó el máximo responsable de una institución fundada en tierras castrilloneses "hace treinta años".

Los nuevos cofrades de honor fueron los encargados de bajar el telón, para luego pasar a la degustación del menú surgido en 1836. Álvaro Pino cerró la nómina de distinguidos recordando su vinculación con Asturias, sus victorias en el Naranco y los Lagos, y prometiendo entregarse al máximo en su nuevo cometido como prescriptor honorario de las bondades de "este menú sabroso".

El director del centro territorial de RTVE, Luis Fernando Martínez, quiso ser breve y se limitó a desear a la Cofradía del Desarme la declaración de su fiesta gastronómica, que se conmemora hasta el lunes con la oferta del menú en todos los establecimientos hosteleros de la ciudad, como de Interés Turístico Nacional, "porque será muy bueno para Oviedo".

La nota musical la puso el gaitero sierense Vicente Prado, "El Pravianu". La cofradía justificó su nombramiento como cofrade de honor en su estrecha relación con la asociación, su labor al frente de la Banda de Gaitas de Oviedo y su papel como compositor del himno del menú del Desarme, el cual interpretó junto al de Asturias para clausurar la ceremonia. "El menú mantiene la tradición, atrae visitas, da trabajo y propicia la amistad", enumeró el músico tras recibir los diferentes obsequios y diplomas conmemorativos otorgados por la cofradía a los homenajeados.