Oviedo registró durante el puente del Pilar unas cifras bajas de ocupación, "pero mejores que las esperadas". El empresario hotelero y vicepresidente de la patronal de hostelería y turismo Otea, Fernando Corral, señaló ayer que la ciudad registró el pasado fin de semana festivo una ocupación del 65%. El dato se queda lejos del 80% de 2019, si bien supera las malas expectativas generadas tras la declaración del estado de alarma en la Comunidad de Madrid y la situación de alerta naranja de buena parte de la región.

Los empresarios preveían un hundimiento, pues, además de las restricciones sanitarias tomadas en los días previos por distintas administraciones, las previsiones meteorológicas no eran para nada halagüeñas. Con todo, las reservas de última hora y el tirón turístico que está teniendo la capital asturiana desde el inicio de la crisis sanitaria ayudaron a "salvar los muebles", según explican fuentes de la patronal.

Sin embargo, hay varios factores que, según el concejal de Turismo del Ayuntamiento de Oviedo, Alfredo García Quintana, habrían sido determinantes para aliviar la baja demanda turística. "El verano fue muy bueno y ayudó a promocionar la imagen de Oviedo como destino, especialmente para el turismo interior", apunta, al mismo tiempo que pide ser realistas y prepararse para tiempos duros. "El puente fueron solo tres días y ahora toca buscar fórmulas para tratar de subsistir durante los meses de invierno", advierte el concejal.