El Ayuntamiento de Oviedo tiene previsto obligar a los propietarios de los perros a aportar pruebas de ADN de sus mascotas para localizarlos en caso de que depositen sus heces en la calle. Esa es una de las grandes novedades que se desprende de la nueva ordenanza de limpieza de Vías Públicas y Recogida de Residuos Domésticos que el equipo de gobierno municipal ha empezado a negociar con los grupos de la oposición.

La intención consistorial es crear un registro genético de los perros de Oviedo para recurrir al mismo cuando se produzcan deposiciones en las calles, castigados con sanciones por parte de la ordenanza de convivencia.

De momento la redacción está en una fase muy inicial y la medida podría tardar varios meses en entrar en vigor. Su puesta en marcha supondría un gran despliegue, pues se requieren muchos veterinarios para registrar los casi 30.000 canes que, según algunos estudios, hay en Oviedo.

La obligación de integrar este registro se sumará a la de la colocación de microchips y busca reducir las quejas y denuncias por la presencia de cacas de perro en el casco urbano.

Otra de las grandes novedades es la de obligar a los ciudadanos a separar los residuos en origen. La normativa europea obliga a las ciudades a reciclar el 50% de sus residuos y en el caso de Oviedo, a pesar de ser una de las ciudades con mejores tasas, apenas alcanza el 24,5%.

La nueva ordenanza viene a sustituir un texto de 1993 que se ha quedado desfasado. Con esta normativa se pretende actualizar la regulación municipal adaptándola a los nuevos objetivos medioambientales y actualizar algunos aspectos como el régimen sancionador, pues el documento vigente todavía recoge la cuantía de las multas en pesetas.