El virus pudo con la Eurocopa y los Juegos Olímpicos, pero Oviedo puede presumir de haber salvado una tradición ininterrumpida desde 1836. La hostelería local conmemoró ayer el Desarme con un día grande más tranquilo de lo habitual, pero que permitió poner la guinda a cuatro días de gran afluencia esencial para "tratar de cubrir gastos" en un panorama que pinta en bastos para el sector. La patronal Otea calificó de "éxito a pesar de todo" las jornadas gastronómicas del menú a base de garbanzos con bacalao y espinacas, callos y arroz con leche en la que se notó la caída de comidas de empresa por las obligadas reducciones de aforo, pero el fin de semana y en especial el buen tiempo del domingo permitieron cerrar las cuentas con un balance más que aceptable.

"Del viernes al domingo tuvimos unos datos parecidos a los de otros años, pero el día de la fiesta notamos un bajón", apuntó el presidente de Otea, José Luis Álvarez Almeida, poniendo el acento en la renuncia de muchos incondicionales a organizar multitudinarias comidas de empresa ante la obligación de dividirse en grupos de seis. "Es un día en el que suele haber mucha gente, pero el miedo al virus y las restricciones echaron a muchos para atrás", valoró el dirigente del colectivo de empresarios de hostelería y turismo de Asturias.

Satisfecho se mostró el cofrade mayor del Desarme y también hostelero Miguel de Dios. "Estos días nos generan unos ingresos muy necesarios para hacer frente a los gastos que se nos vienen encima", indico el guardián de la fiesta gastronómica local, quien dio por demostrado el acierto de mantener la celebración en unos tiempos tan adversos. "Dijimos que si la hostelería estaba abierta habría Desarme porque el sector nos necesita y así lo hicimos", subrayó, "orgulloso" por la buena acogida de las diferentes iniciativas impulsadas durante estos días para promocionar el menú como fueron el VIII Gran Capítulo de la Cofradía del Desarme o el novedoso certamen de pinchos "Bocados del Desarme".

Buen balance hace también desde el Ayuntamiento. El concejal de Turismo, el popular Alfredo García Quintana, agradeció a los hosteleros el esfuerzo realizado para sacar adelante la iniciativa. "Hacen una gran labor para atraer visitantes y generar riqueza en la ciudad", sostuvo el concejal, quien reafirmó el compromiso del equipo de gobierno municipal con las iniciativas impulsadas tanto por la cofradía como por Otea.

Los empresarios esperan conocer hoy mismo el balance definitivo en cifras. Aunque ya daban por hecho una caída en la venta de menús del Desarme de este año por razones obvias, prevén que el golpe sea finalmente menos duro de lo previsto. "A falta de conocer los datos concretos creemos que hemos podido amortiguar la caída", confesaba el recientemente reelegido como presidente de Otea.

Entre los objetivos más inmediatos de los defensores del menú nacido a raíz de la victoria de las tropas isabelinas frente a las carlistas en 1836 está el de lograr el reconocimiento como fiesta de interés turístico nacional. "Si seguimos en esta línea esperamos conseguirlo en tres o cuatro años", vaticinó Miguel de Dios, que hace dos años ya celebró con entusiasmo la declaración del interés turístico regional de la fiesta.