"Estábamos sentadas en un banco, empezó a darnos voces y de repente empezó a menear su miembro mirando hacia nosotras". Así relató a la juez esta mañana lo sucedido en las inmediaciones de un parque de la zona del campus del Milán pasadas las cuatro de la tarde del 6 de septiembre del pasado año.

Dos chicas que entonces eran menores de edad llamaron a la policía para denunciar al varón por exhibicionismo. Esta mañana se celebró el juicio en el que el acusado negó los hechos y solo pudo comparecer una de las dos denunciantes -la otra se encuentra en Colombia- la cual explicó con detalle lo sucedido.

El procesado dijo que había pasado la noche tomando copas y estaba esperando en una marquesina que le vinieran a buscar. Según su versión, le entraron ganas de orinar y para que nadie le viera decidió esconderse detrás de una caseta de obra, donde pudo hacer sus necesidades tranquilamente.

Su declaración choca frontalmente con la de la única denunciante presente. "Empezó a dar voces y cuando nos volvimos hacia el empezó a coger el miembro y hacer movimientos", indicó. En ese momento decidieron alejarse y llamar a la Policía Nacional, la cual se personó en el lugar en unos minutos.

Una vez allí, la patrulla de dos agentes se dividió. Uno de los funcionarios se fue con las chicas y hoy corroboró ante la juez que las chicas le explicaron la acción del presunto exhibicionista.

El otro policía fue el encargado de tomar testimonio al varón. "Estaba alterado y lo único que dijo es que había sido otra persona la que se había exhibido", indicó el efectivo policial.

El juicio quedó visto para sentencia y la Fiscalía decidió mantener la petición de 3.600 euros de multa para el acusado.