José A. ORDÓÑEZ
La decisión es firme. De acuerdo con la concejalía de Hostelería y Turismo, que dirigeAlfredo García Quintana, el área de Urbanismo acepta prorrogar hasta el 30 de abril de 2021 la nueva normativa municipal que permite ampliar la superficie ocupada por las terrazas para tratar de compensar así las restricciones de aforo por prevención ante la pandemia. Además, de acuerdo con la misma resolución, el concejal del ramo, Nacho Cuesta, avanza que también se va a dar licencia a los hosteleros para colocar en las terrazas que hoy están compuestas por mesas, sillas y sombrillas los "elementos de cubrimiento adecuados para el invierno". La condición que les pondrá el Ayuntamiento es que las instalaciones no conlleven anclajes en el suelo. Lo que descarta las grandes estructuras.
El propio Cuesta, acompañado de Alfredo García Quintana, tiene previsto reunirse en los próximos días con los representantes del sector y detallarles los planes. "Prorrogamos la normativa sobre terrazas que elaboramos en Urbanismo para apoyar a uno de los sectores que se están viendo más golpeados por la alerta sanitaria", afirma el edil de Urbanismo. "Se trata de dar continuidad a una medida que ha dado resultados, demostrando que las cosas se han hecho bien", añade el concejal para quien la prueba del éxito del nuevo modelo es que "prácticamente no ha habido quejas y se ha beneficiado a toda la ciudad, no solo a la hostelería".
Los responsables del área de Urbanismo están "convencidos" de que la prórroga de las terrazas resulta "absolutamente necesaria para seguir ahondando en la prevención de contagios en la ciudad, fomentando el uso de espacios abiertos y al aire libre".
El alcalde firmó el 10 de mayo un decreto especial para favorecer que los locales hosteleros pudieran implantar o ampliar terrazas, utilizando para ello espacios públicos. Así, aquellos establecimientos que ya disponían de licencia y quisieron mantener el mismo número de mesas ocupando más espacio lo pudieron hacer directamente, sin licencia especial. Únicamente tuvieron que informar al Ayuntamiento dentro de un plazo de siete días. Sí que tuvieron que pedir autorización especial los bares que no tenían terraza previamente, aquellos que instalaron más mesas de las que ya tenían o quienes, para lograr más espacio, hayan tenido que ocupar plazas de aparcamiento, nuevos espacios públicos o áreas ubicadas a más de quince metros del local.
La separación entre la terraza y la fachada ha ido más allá de los 1,80 metros que establecía la normativa municipal de accesibilidad, una vez que los técnicos advirtieron de que debía ampliarse a los mismos dos metros de distancia entre mesas.
La regulación especial del Ayuntamiento incluyó la fecha de caducidad del 30 de noviembre para evitar que se solapase con la campaña de Navidad. Ahora se toma la decisión de prorrogarla hasta finales de abril, que aplaude el sector.
