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La Catedral aplica un ERTE a siete empleados y solo abrirá hasta la una de la tarde

El cabildo paga en torno a 14.000 euros al mes en nóminas que no puede mantener por falta de visitas a la basílica, mermadas durante el cierre perimetral del municipio

Interior de la Catedral de Oviedo. JULIÁN RUS

Prácticamente vacía. Así está la Catedral desde el cierre perimetral de Oviedo. Los turistas han cancelado todas las visitas grupales y las entradas individuales o de dos o tres personas son como un goteo cada vez más espaciado. La situación ha obligado al cabildo a tomar una drástica decisión: aplicar un expediente de regulación temporal de empleo (ERTE) a siete de sus ocho trabajadores desde el domingo, 1 de noviembre. Solo permanecerá en activo la persona encargada de abrir y cerrar el templo y la sacristía. Los responsables de la coordinación turística, los guías, la recepción o la vigilancia se irán a sus casas por tiempo indefinido por segunda vez en un año. La primera fue durante el confinamiento, en concreto de abril a julio, y por las mismas razones que ahora: la falta de ingresos. “Solo en nóminas, el cabildo paga unos 13.000 o 14.000 euros al mes. Y a eso hay que sumarle los gastos de luz, agua, calefacción, teléfono o algunos arreglos. El cabildo no puede permitírselo”, explicó ayer a este periódico el deán de la Catedral, Benito Gallego, después de la misa de mediodía.

Precisamente las misas serán la única actividad que se mantenga en la Catedral de San Salvador; la de las 9.15 horas en la capilla de Santa Bárbara y la de las 12.00 horas en la del Rey Casto. Además, el templo cerrará a las 13.00 horas. Es decir, que en las cuatro horas que estará abierto por la mañana solo se podrá asistir a los cultos o pasear por el interior sin opción a visitar la Cámara Santa, el claustro o el Museo de la Iglesia.

Durante la conversación de ayer de este periódico con el deán, no entró ni una sola persona en la Catedral. Solo una mujer deambuló por las naves laterales parándose ante una capilla para rezar. Se había quedado en el templo unos diez minutos más tras la misa de mediodía. “En estos momentos únicamente puede venir gente que resida en Oviedo debido al cierre perimetral de municipio. Curiosamente, hace un par de días vino una chica de visita y cogió la audioguía. Le pregunté de dónde era y me dijo que venía de Cangas del Narcea y que el cierre de Oviedo le había pillado alojada en la ciudad”, comentó Gallego.

Desde hace unos años, el cabildo ingresa dinero gracias al cobro de entrada salvo en el caso de la asistencia a misa. El precio de la entrada general a la Catedral con audioguía es de 7 euros la individual, 6 euros para mayores de 65 años, 5 euros para escolares de 12 a 18 años y alumnos universitarios, y 4 euros para peregrinos con credencial, familias numerosas y desempleados. Luego, los precios varían en función de si se trata de visitas a la Cámara Santa, el Claustro y el Museo de la Iglesia; grupos; o si se solicita un guía acreditado. En el caso de los grupos, en principio, durante el Estado de Alarma deberían ser de solo seis personas, aunque el decreto del Principado no es muy claro en este caso. Las personas con alguna discapacidad, escolares de primaria con profesor, o los menores de 12 años acompañados de un adulto entran gratis.

Una joven entró ayer hacia las cinco de la tarde en la Catedral comprando una entrada individual de 7 euros. Toda una rareza en estos tiempos. Paloma Badenes, de 25 años y oriunda de Alicante, trabaja como azafata en la Vuelta Ciclista a España y fue una de las pocas personas que visitó el templo a lo largo de la jornada debido al cierre perimetral del municipio. Se aloja hasta esta noche en un hotel de Oviedo para marcharse el domingo con la organización a Santiago de Compostela. “Me gusta hacer turismo cuando trabajo y la Catedral de Oviedo entraba en mis planes de esta estancia. Me ha encantado el museo y el retablo central, es precioso. Es triste ver el templo así, es una sensación rara estar prácticamente sola, pero me he cogido la audioguía y la explicación era muy buena”, dijo la chica justo al marchar e ir a tomar algo antes del toque de queda.

Paloma Badenes en la Catedral de Oviedo JULIÁN RUS

Una azafata de la Vuelta, solitaria visitante del templo de San Salvador: “Es triste verlo así”

Una joven entró ayer hacia las cinco de la tarde en la Catedral comprando una entrada individual de 7 euros. Toda una rareza en estos tiempos. Paloma Badenes, de 25 años y oriunda de Alicante, trabaja como azafata en la Vuelta Ciclista a España y fue una de las pocas personas que visitó el templo a lo largo de la jornada debido al cierre perimetral del municipio. Se aloja hasta esta noche en un hotel de Oviedo para marcharse el domingo con la organización a Santiago de Compostela. “Me gusta hacer turismo cuando trabajo y la Catedral de Oviedo entraba en mis planes de esta estancia. Me ha encantado el museo y el retablo central, es precioso. Es triste ver el templo así, es una sensación rara estar prácticamente sola, pero me he cogido la audioguía y la explicación era muy buena”, dijo la chica justo al marchar e ir a tomar algo antes del toque de queda. 

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