Un varón de 32 años que actualmente se encuentra cumpliendo penas por otros delitos anteriores en la cárcel de Asturias aceptó ayer una multa de 1.080 euros por incumplir la orden de alejamiento a más de 500 metros de distancia a la que fue condenado en un juicio por abuso sexual en el que se reconoció culpable hace tres años. Aunque el procesado llegó al juzgado con la intención de explicar las causas que propiciaron el acercamiento a la vivienda de la joven, que tenía 14 años cuando sufrió los abusos en 2016, decidió aceptar una multa mucho más benévola de los más de 4.000 euros solicitados inicialmente por el fiscal. El condenado había declarado en la instrucción que el día que se acercó a la vivienda “estaba perjudicado”.