El Ayuntamiento pondrá a disposición de la Universidad de Oviedo la parcela de casi 30.000 metros cuadrados en la que se encuentran los actuales depósitos de agua del Cristo una vez que, en el plazo máximo de un par de meses, entren en servicio los nuevos tanques de abastecimiento del Campón. Así lo avanzó ayer el concejal de Urbanismo, Nacho Cuesta, durante una visita que realizó a las instalaciones junto al alcalde, Alfredo Canteli (PP), y al director general de Infraestructuras, Ignacio Ruiz Latierro. En principio, el destino de esos terrenos va a ser la ampliación del campus del Cristo, objetivo que figura en el documento que recoge las aportaciones de la entidad académica para los usos futuros del antiguo HUCA. Sin embargo, el propio Cuesta reconoció ayer que aún no hay una decisión definitiva y que la cuestión se abordará con la Universidad una vez que se celebran las elecciones al rectorado y queden sin servicio los actuales depósitos.

La idea inicial de la Universidad pasa por concentrar toda la actividad docente en el Milán y el Cristo. A este último campus, según ese proyecto, se trasladarían la facultades de Minas (hoy en la calle Independencia) la de Psicología (plaza de Feijoo), y las de Ciencias, Geología y Ciencias de la Educación I y II (Llamaquique). Aunque la ampliación se planteó para los terrenos liberados en el Cristo tras el traslado del HUCA a La Cadellada, la parcela de los depósitos de agua también quedaría a disposición de la Universidad para llevar a cabo el proyecto.

Por lo que respecta al cercano depósito del Picayón, Cuesta reconoció que aún no se ha tomado ninguna decisión sobre su futuro. Se trata de una edificación construida en 1928 por Ildefonso Sánchez del Río que, según el edil de Urbanismo, “habrá que ver” si se conserva y qué utilidad se le puede dar. La Universidad planteó hace quince años reconvertirla en un salón de actos o paraninfo.

Según avanzó Canteli durante la visita de ayer, los nuevos depósitos, construidos hace 16 años pero sin conexión a la red desde entonces, entrarán en servicio “a finales de este año o muy a comienzos del siguiente”. El Alcalde detalló que sólo queda pendiente culminar la cloración de los tanques y los enganches para que Oviedo pueda estrenar el equipamiento una vez que ya han sido controlados los problemas de fugas que provocaron los últimos retrasos. El regidor afirmó que poner en servicio estos depósitos se había convertido en un objetivo fundamental para el actual equipo de gobierno y coincidió con Cuesta ala hora de subrayar que permiten garantizar un correcto abastecimiento para la ciudad y hacer frente a las demandas por el crecimiento urbano.

Tras una inversión que rondó los nueve millones de euros y después de tres años de trabajo, los tanques del Campón estaban listos en febrero de 2004, pero sin tuberías para dar salida al líquido. Comenzaba entonces un largo pulso entre el Ayuntamiento y la Confederación Hidrográfica sobre qué administración estaba obligada a hacerse cargo de las conexiones a la red, presupuestadas en 879.174 euros. El conflicto se solucionó gracias a los planes “anticrisis” de Zapatero, con los que se financió la esperada relación de las instalaciones del Campón con el circuito municipal de tuberías y con la nueva planta potabilizadora de Cabornio. Sin embargo, a finales de 2012, Oviedo se negó a recepcionar el equipamiento, alegando que no ofrecía garantías para un correcto funcionamiento. Transcurrido poco más de un año, el Ayuntamiento sí que aceptaba hacerse cargo de la obra, pero la devolvía casi de inmediato a la Confederación tras registrarse importantes fugas. Desde entonces, las averías han sido continuas y han contribuido a alargar un retraso que supera los tres lustros.

Canteli reconoce que la obra se convirtió en una “obsesión”

Reconocía ayer el Alcalde durante la visita a los nuevos depósitos de agua del Campón, ubicados a un paso de los que todavía están en servicio en el barrio del Cristo, que ponerlos en servicio se ha convertido en una “obsesión” para su gobierno, habida cuenta de que los tanques están listos, aunque sin conexión con la red, desde 2004. El propio Alfredo Canteli aseguraba en junio, en una entrevista con LA NUEVA ESPAÑA, que el esperado estreno era cuestión “de días” y en meses sucesivos fueron diversas fuentes municipales las que garantizaron que los tanques empezarían a funcionar de manera “inminente”. Sin embargo, nuevos problemas en el tendido y la necesidad de comprobar que las fugas estaban totalmente solucionadas han generado más retrasos de última hora. Ahora, la previsión es que los tanques funcionen en dos meses, pero nadie se atreve a fijar una fecha concreta para tan esperado estreno.