Antonio Rodríguez Alvarez, histórico administrativo de la asociación Amigos de la Ópera de Oviedo falleció ayer en Oviedo. Funcionario de Hacienda, como su compañero en la oficina de la ópera de Oviedo Guillermo Badenes, fueron los empleados de los primeros años de la ópera ovetense ya desligada del Ayuntamiento, en los años ochenta y noventa del pasado siglo y también en los primeros del nuevo milenio.

Antonio Rodríguez se encargó del papeleo y del trabajo diario en la oficina de la ópera en los años en que Paco Izquierdo fue presidente, de la asociación; también con Luis Álvarez Bartolomé y alguno más con José Antonio Caicoya, ya en los primeros años del XXI. Con su jubilación en Hacienda, también se desvinculó de estos otros quehaceres, en los que destacó por ser una persona tranquila, bondadosa y ajena a todo protagonismo.

Antonio Rodríguez deja mujer, hija y dos nietas. Hoy al mediodía se oficiará por él la celebración de la Palabra en la capilla del Tanatorio Los Arenales, y a continuación recibirá sepultura en el cementerio de San Martín de Luiña.