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La Cocina Económica busca fórmulas para poder reabrir el comedor en invierno

“Hay quien no tiene dónde comer”, dicen en la institución, en la que aprecian un ligero repunte de usuarios tras las nuevas restricciones

Trabajadores de la Cocina Económica, clasificando alimentos en sus locales de la calle San Vicente. | Irma Collín

La Cocina Económica refuerza su intención de reabrir el comedor para sus usuarios más vulnerables, a pesar de las crecientes restricciones sanitarias. La institución, que aprecia “un muy ligero repunte” de usuarios tras el cierre del comercio y la hostelería, asegura que está “buscando fórmulas” con el fin de adaptar sus instalaciones para poder servir a las personas sin techo cuando lleguen los días más fríos del invierno.

“Hay gente que no tiene dónde comer y tienen que hacerlo por ahí en malas condiciones”, apunta Avelino Rancaño, directivo de la Cocina Económica. La institución, con Sor Esperanza Romero a la cabeza, trabaja con el objetivo de agotar todas las vías posibles para recuperar el servicio de comedor, clausurado desde el inicio de la crisis sanitaria, el pasado marzo.

La consecución de la idea no parece sencilla y temen más complicaciones según se acerque el invierno. “Las restricciones son cada vez más duras y nos preocupa que haya gente que no pueda recibir nuestra ayuda”, afirman desde la organización solidaria. De todos modos, insisten en que la intención es reabrir las puertas de sus locales de la calle San Vicente a partir de diciembre, aunque sea de forma limitada. “Debemos centrarnos en las personas que tengan más dificultades”, apuntan acerca de sus planes para ofrecer a los más vulnerables un techo bajo el que comer.

Sobre las consecuencias de la decisión regional de cerrar tiendas, bares y restaurantes, sostienen que, al menos de momento, las medidas no están teniendo un impacto inmediato en su actividad diaria. “Apreciamos un pequeño repunte, pero no es significativo ni regular, pues de unos días para otros la demanda sube y baja”, señala Rancaño.

Despedida

Por otra parte, trabajadores, voluntarios y directivos de la Cocina Económica reconocen su pesar por una despedida que consideran inminente. La hermandad de las Hijas de la Caridad de San Vicente de Paúl, la congregación encargada de coordinar el servicio, ya ha comunicado a Sor Esperanza Romero cuál será su nuevo destino después de nueve años como cabeza visible de la actividad solidaria desarrollada en el casco Antiguo, una noticia que adelantó este periódico. La zamorana declinó ayer desvelar su nuevo cometido a la espera de confirmar la fecha de su marcha, que será “antes de Navidad” tras varias demoras a causa de la pandemia.

La junta directiva trabaja ya en los preparativos de una despedida que desearían celebrar por todo lo alto, pero deberá ser contenida tanto por la situación sanitaria como el expreso deseo de la monja de no acaparar el protagonismo. “Algo habrá que hacer, pero será difícil convencerla”, reconocen los voluntarios, cargados de palabras de admiración y agradecimiento hacia Romero.

Sobre la sustituta, la congregación se ha limitado a comunicar a la institución que en fechas próximas se comunicará con ellos por escrito para anunciarles el nombre de la nueva encargada de coordinar la actividad del comedor.

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