El comercio y la hostelería son esenciales para la economía de Oviedo, motivo por el que LA NUEVA ESPAÑA pretende dar visibilidad al apoyo a estos dos sectores a través de una nueva campaña. El espacio #soisesenciales presenta a los pequeños negocios de la capital del Principado, comercios y locales de restauración, que están siendo muy castigados por las consecuencias económicas de la crisis sanitaria. La campaña cuenta con el apoyo del Ayuntamiento de Oviedo y está abierta a la incorporación de todas aquellas instituciones o entidades que quieran mostrar su respaldo al comercio y la hostelería local.
Los dueños de los pequeños negocios de Oviedo, los propietarios de bares, restaurantes o sidrerías y el resto de los autónomos que se han visto obligados a cerrar sus puertas afrontan un momento crítico. Muchos de ellos echan cuentas y empiezan a considerar tarea dificultosa volver a abrir sus negocios si las administraciones no ponen en marcha planes de ayuda para salir de un pozo que cada vez se hace más profundo. Si la pandemia no se reconduce, comerciantes y hosteleros vaticinan “un futuro muy negro” y “cierres en cadena” en dos sectores cruciales para la economía local.
Juan Ancinas, hostelero: “El café y el pincho solo palían los daños”
Con su restaurante convertido en un dispensador de cafés durante las mañanas y mandando menús a casa, el hostelero Juan Ancinas “va tirando”. Esto que, explica, eran complementos a su negocio en la avenida de Galicia, son ahora su modo de “minimizar los daños” de la pandemia. El cierre fue un golpe duro que les ha sumido “como al resto” en la “incertidumbre” sobre el futuro y la viabilidad de un negocio en el que siguen corriendo los gastos. Él pide que les dejen trabajar “con seguridad”.
Cristiane Queiroz, entrenadora: “Algunos clientes entrenan por salud”
Cristiane Queiroz regenta un pequeño gimansio en la calle Independencia. La brasileña ofrece entrenamiento personal a sus clientes y, cuenta, muchos lo necesitan porque padecen “graves patologías musculoesqueléticas”. Entrenan por prescripción médica. O lo hacían. Con el cierre de las actividades no esenciales, cuenta, ellos se han quedado “en tierra de nadie”. Ofrecían, explica, unos entrenamientos individuales que cumpliendo con “todas las medidas sanitarias, no tenían riesgo”.
Manuel Rodríguez, músico: “Estamos viendo cómo podemos adaptarnos”
Su grupo se llama “Gente Terrible” y la situación es homónima. Empezaban a despegar en marzo, tenían bolos fuera del Principado y llegó la pandemia. Los perdieron todos. Ahora, con el cierre perimetral y la cancelación de los espectáculos la situación es la misma. En esa tesitura están intentando “adaptarse” a las nuevas circunstancias. Cuentan que siguen ensayando como pueden (porque no todos residen en Oviedo) y planeando llevar su música al formato “online”.
Orlando Reyes, hostelero: “Intentamos que las pérdidas sean las menores”
Orlando Reyes habla de una situación que ha afectado mucho a su negocio de la calle Fermín Canella. Los gastos fijos siguen y los ingresos de la venta para llevar no son beneficios sino “menos pérdidas”. Eso es lo que intenta, sobrevivir en unas circunstancias que, de alargarse, harían que el negocio esté “abocado al fracaso”. “Las ayudas las plantean, pero no terminan de llegar”, lamenta el hostelero que, de momento, lo paga “todo” de su “bolsillo”.
Angélica F. Ulloa, comerciante: “Las restricciones se han impuesto sin sentido”
“Estamos aguantando el tirón y esperando a que nos dejan abrir...”, relata Angélica Fernández Ulloa. La comerciante tiene una tienda de ropa en González Besada y, con la persiana echada por las medidas del Principado, ha tenido que reinventarse. Esta semana, cuenta, abre “página web”, una medida para generar ingresos durante el cierre. Una decisión que, a su juicio, “se ha tomado sin ningún sentido”. Ya que, explica, el cierre de los negocios parece arbitrario.
Germán Mingote, productor y músico: “Se deberían ir afinando las medidas”
El productor ovetense Germán Mingote considera que, si bien, la cultura es importante, “no es imprescindible”. “Por lo menos en situaciones de emergencia”, afina. Y eso, justo, es lo que considera que le falta a las administraciones: afinar. Las medidas, a su juicio, son necesarias, pero no proporcionadas. Más, teniendo en cuenta si, como dicen, la vacuna va a “tardar en llegar”. “Hay que contener la pandemia sin parar la vida”, sentencia.
