El número de solicitudes para ocupar uno de los puestos del mercadillo navideño de Oviedo casi duplica a las 76 plazas ofertadas por el Ayuntamiento entre las plazas de la Catedral, Porlier y la calle Eusebio González Abascal. En total son 133 los aspirantes a ocupar una cita que, a día de hoy, sigue pendiente de la evolución de la situación sanitaria para convertirse en “un balón de oxígeno” para artesanos y comerciantes durante unas fechas muy señaladas.

El Consistorio dividió los 76 puestos disponibles en dos zonas. La primera, comprendida entre la plaza de la Catedral y la calle Eusebio González Abascal, contará con 41 puestos reservados para los antiguos participantes de la feria navideña de artesanía del paseo de la Rosaleda del Campo San Francisco. Tras la cancelación de dicho evento este año por el Principado, el Ayuntamiento decidió ampliar su mercadillo navideño para dar cobijo a los perjudicados, pero finalmente quince de ellos se quedarán fuera por falta de espacio. En total fueron 56 de los 70 artesanos que el año pasado estuvieron en la Rosaleda, los que presentaron su candidatura al evento municipal por lo que habrá que celebrar un sorteo en el que 41 resultarán agraciados y quince serán descartados.

Las 35 plazas restantes, ubicadas en Porlier, se dedicarán íntegramente a vendedores especializados en productos de temática navideña, ya sea decoraciones, juguetería, moda o repostería navideña. Para este apartado son 74 los autónomos que concurren. A diferencia de la plaza de la Catedral, la selección de los 35 elegidos se determinará por puntuación y solo se decidirá la adjudicación por azar si hay empate.

A estos puestos cabe añadir uno más dedicado a la hostelería por el que compiten tres pequeños empresarios de la ciudad. El sorteo será el método elegido para descartar a dos de los aspirantes, los cuales disponen todos ellos de negocios activos dentro del sector.

Alegaciones

Las listas de admitidos y excluidos son de momento provisionales, pues está abierto un periodo de alegaciones que se prolongará hasta el jueves. La previsión es que el mercadillo abra sus puertas el 4 de diciembre, con vistas al puente de la Constitución, y permanezca abierto hasta el 7 de enero. Fechas todas ellas supeditadas a la situación sanitaria, si bien desde el Consistorio advierten de que “harán todo lo posible” para celebrar el mercadillo “sin riesgo de contagios”.

El propio concejal de Economía, el popular Javier Cuesta, lamentó la imposibilidad de dar cabida a más artesanos. “El cumplimiento de las medidas de seguridad obliga a poner más separados los puestos y ello limita las plazas disponibles”, sostiene el edil, a pesar de que el mercadillo ganará doce puestos respecto a la primera edición celebrada el año pasado.