Oviedo está de luto. Brígida Fernández Ramos, quien fuera la última barquillera de Campo San Francisco, jubilada hace una década, falleció ayer a la edad de 88 años tras resultar contagiada de coronavirus. Heredera de una estirpe de barquilleros iniciada por los antepasados de su marido en Cantabria, llegó a Oviedo siendo niña procedente de la localidad zamorana de Calzadilla de Tera y durante seis décadas vendió barquillos a generaciones y generaciones de ovetenses y visitantes.

"Era una mujer muy trabajadora y querida", indica su nieto Juan José Álvarez acerca de una muerte totalmente inesperada para la familia. "Hace unos días nos dijeron que le iban a dar el alta, no nos esperábamos este final", sostiene Álvarez, visiblemente disgustado por no poder despedirse en persona de su abuela. "En el último mes y medio no pudimos verla y estamos destrozados", apunta el nieto de la finada, titular del puesto de castañas del paseo de Los Álamos.

Brígida deja dos hijos, María y Bernardo, y dos nietos y dos bisnietas y el tanatorio de Los Arenales acogerá mañana a las 11.00 horas una celebración de la palabra como despedida.