Los derribos que acometerá EDP dentro del proyecto de descontaminación de la Fábrica de Gas, previo a su adquisición por parte del Ayuntamiento, arrancarán por seis edificaciones en estado de ruina, sin protección patrimonial y que, en su momento, albergaron una serie de almacenes y oficinas. Según detalla el concejal de Urbanismo, Nacho Cuesta (Cs), el tratamiento de las construcciones catalogadas, entre ellas la nave de la Popular Ovetense, se incluye en una segunda fase y su alcance dependerá del dictamen de la Dirección General del Principado, a la que el Consistorio ha remitido el expediente de todas las edificaciones, y no solo de las protegidas, una vez que los técnicos municipales ya han dado el visto bueno a las pretensiones de EDP desde el punto de vista urbanístico. “Estamos a la espera de lo que diga Cultura, sobre la base de que nuestro interés es adquirir ese ámbito entero”, subrayó Cuesta, quien recordó que el plan Portela, todavía en vigor, únicamente obliga a respetar la fachada de la Popular Ovetense.
Sobre los posibles usos que Oviedo daría a la Fábrica de Gas, el primer teniente de Alcalde se decanta principalmente por los culturales. No obstante, reconoce que pueden ser compatibles con otros, entre ellos los empresariales que defiende el concejal de Economía, Javier Cuesta (PP).
Según el edil de Urbanismo, la comunicación con EDP es “permanente” y, en estos momentos, “estamos a la espera de que la empresa lleve a cabo las labores de descontaminación para plantear con rigor las condiciones de la operación”. En principio, y de acuerdo con las cifras que se manejaron durante el anterior mandato, la adquisición podría salir por unos 4,5 millones de euros.
Nacho Cuesta está muy molesto con la “demagogia absoluta” que aprecia en las críticas del PSOE y Somos a las gestiones que está desarrollando sobre la Fábrica de Gas y, más en concreto, sobre las posibilidades de que se derribe la nave de la Popular Ovetense. “Tuvieron cuatro años para cambiar la catalogación y no solo no hicieron nada de nada, sino que en 2019 se instó a EDP a que procediera a la descontaminación de acuerdo a esa situación”, aseveró el teniente de Alcalde, que afeó a la marca local de Podemos que hubiera dado por hecha la compra de las instalaciones “cuando lo único que había era un par de correos electrónicos”.
