La conductora que atropelló mortalmente a la jubilada María Rosario Carriles Bernardino en uno de los pasos de cebra del Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA) –un desgraciado suceso ocurrido el día 31 de mayo del año pasado– reconoció ayer los hechos en el Juzgado de lo Penal número 2 de Oviedo y aceptó una pena de un año de prisión tras llegar a un acuerdo con el fiscal que lleva el caso, quien inicialmente le pedía un año y medio de cárcel. A la procesada se le retirará el carné de conducir durante 18 meses tras ser condenada por un delito de homicidio por imprudencia grave. Como no tiene antecedentes penales, no tendrá que entrar en prisión.

La mujer fallecida tenía 69 años y era vecina del barrio de Ventanielles. Su muerte se produjo alrededor de las ocho y veinte de la tarde del último día de mayo del año pasado. María Rosario cruzaba junto a su marido por el paso de peatones que hay frente a la entrada principal del gigante hospitalario cuando el coche de la procesada impactó contra ella. La caída al suelo le causó, entre otras lesiones, traumatismo craneoencefálico grave, traumatismo torácico y fractura del miembro superior izquierdo. El propio personal del HUCA trasladó a la mujer a Urgencias de inmediato, pero los médicos no pudieron hacer nada por ella y perdió la vida a las 23.47 horas del ese mismo día. El marido de la fallecida no sufrió heridas a consecuencia del accidente a pesar de que se encontraba cruzando el paso de cebra junto a la mujer cuando esta fue arrollada.

La procesada, que no dio positivo en la prueba de alcoholemia, declaró aquel día que el accidente había sido fruto de un despiste y que no había visto a la fallecida hasta que ya la tenía encima, dadas las condiciones de la carretera.

La compañía aseguradora de la conductora ya ha pagado a cuenta de la indemnización más de 100.000 euros a la familia de María Rosario Carriles Bernardino.