El comercio y la hostelería son esenciales para la economía de Oviedo, motivo por el que LA NUEVA ESPAÑA pretende dar visibilidad al apoyo a estos dos sectores a través de una nueva campaña. El espacio #soisesenciales presenta a los pequeños negocios de la capital del Principado, comercios y locales de restauración, que están siendo muy castigados por las consecuencias económicas de la crisis sanitaria. La campaña cuenta con el apoyo del Ayuntamiento de Oviedo y está abierta a la incorporación de todas aquellas instituciones o entidades que quieran mostrar su respaldo al comercio y la hostelería local.

Los dueños de los pequeños negocios de Oviedo, los propietarios de bares, restaurantes o sidrerías y el resto de los autónomos que se han visto obligados a cerrar sus puertas afrontan un momento crítico. Muchos de ellos echan cuentas y empiezan a considerar tarea dificultosa volver a abrir sus negocios si las administraciones no ponen en marcha planes de ayuda para salir de un pozo que cada vez se hace más profundo. Si la pandemia no se reconduce, comerciantes y hosteleros vaticinan “un futuro muy negro” y “cierres en cadena” en dos sectores cruciales para la economía local.

Natalia Izquierdo, comerciante

Natalia Izquierdo, comerciante: “Menos mal que nos van a dejar que trabajemos”

Natalia Izquierdo, que tiene una tienda de zapatillas en la plaza Daoíz y Velarde, ha recibido con esperanza las últimas decisiones del Gobierno regional con respecto al pequeño comercio. “Menos mal que nos dejan abrir y que trabajemos. Si esto llega a seguir así durante algunas semanas más iban a tener que cerrar el 90 por ciento de las tiendas”, asegura. “No digo que otros negocios no tengan derecho a vender, pero los criterios de cierre fueron totalmente injustos con nosotros”, dice.

Pepe Reina, ocio nocturno

Pepe Reina, ocio nocturno: “El ocio nocturno tendría que poder abrir también”

“El ocio nocturno debería reabrir al mismo tiempo que la hostelería porque está claro que no somos el problema”, dice Pepe Reina, que es el presidente de la Asociación de Bares de Copas de Oviedo (Abaco). El gremio al que representa Reina es sin duda uno de los más castigados por la crisis del coronavirus, por eso exige ayudas. “Para empezar, mientras estemos cerrados no deberíamos estar pagando ningún impuesto o tributo, ya sea municipal o estatal”, exige Pepe Reina. 

Gema Bravo, cantante

Gema Bravo, cantante: "La música es ahora necesaria porque abriga”

La cantante Gema Bravo cree que “hubo un antes y habrá un después para la música”. A ella, que forma un dúo junto a su pareja Jorge Colsa, el coronavirus se las está haciendo pasar canutas. “Económicamente nos partió por la mitad. Al ser pareja tenemos los huevos en la misma cesta”, explica Bravo. “Inicialmente dimos conciertos online gratuitos por apoyar a la gente moralmente durante el confinamiento, creemos que la música es ahora necesaria, abriga”, señala. 

Stella Fuente, comerciante

Stella Fuente, comerciante: “Abrimos, pero la medida llega tarde”

Llevan arrastrando “problemas” desde marzo. Los costes fijos siguen llegando y los ingresos que aportan las ventas a través de las redes sociales no cubren los gastos y el sentimiento es de total “incertidumbre”. Desde la tienda que regenta Stella Fuente en la calle Independencia celebran la reapertura anunciada por el Gobierno del Principado, pero lamentan que llegue “tan tarde”. Los daños “morales y económicos” han sido enormes. 

Elisabeth Aller, hostelera

Elisabeth Aller, hostelera: “En un bar de barrio no hay aglomeraciones”

Elisabeth Aller sirve cafés en la calle Pérez Ayala “para salir del paso”. La barra se ha trasladado a una ventana desde la que atiende a los mismos clientes “de siempre”. Ella lamenta no tanto que le cerrasen el local, como que no le permitan mantener abierta la terraza, donde argumenta que “el riesgo es mínimo”. Ahora, sus clientes se acaban sentando en “un banco que no limpia nadie” y ella, asegura, “desinfectaba” hasta la última mesa.

Pablo Díaz, músico

Pablo Díaz, músico: “Con estas condiciones no apetece tocar”

Pablo Díaz Fanjul, guitarrista y productor, cuenta que echa de menos los conciertos “de antes”. Los que tenían bullicio y conexión con el público. “Llevo muchísimo sin dar un concierto, pero darlo con las condiciones actuales parece absurdo”, explica. La cultura, para el músico, es indudablemente “esencial” y achaca el golpe a que “quien decide no está relacionada con ella”. Desconocimiento y desconexión hacen que la cultura “siempre esté detrás”.