Ignacio Alonso afronta sus últimas semanas en la dirección del Museo Arqueológico de Asturias. A final de año, con 69 cumplidos y tras ocho ocupando el cargo, se jubilará y dará, según sus propias palabras, “una etapa por acabada”. La Dirección General de Cultura ya ha abierto el proceso de selección de su sustituto, que accederá al puesto por el mismo procedimiento que él lo hizo en 2012, en comisión de servicio. La Secretaría General Técnica de Cultura ha convocado a concurso a empleados de la Administración pública y valorará los méritos acreditados por cada candidato, sin especificar qué requisitos deben reunir.

Ignacio Alonso accedió a la dirección del Museo Arqueológico de Asturias en diciembre de 2012, tras haber desempeñado durante los diez años anteriores la jefatura del servicio de Patrimonio de la Consejería de Cultura.

Fue designado para el cargo en comisión de servicio por la entonces consejera de Cultura, Ana González, y después de la marcha de su antecesor, Javier Fernández Moreno, que había sido nombrado en diciembre de 2011 tras el concurso convocado para cubrir la plaza.

Nacido en Mieres, Ignacio Alonso estudió Arquitectura en Valladolid y en Madrid, donde fue alumno de Rafael Moneo. En la década de los 80 se incorporó como funcionario a la Consejería de Cultura del Principado. Con Javier Fernández Ballina como consejero, fue nombrado jefe del servicio de Patrimonio, cargo que desempeñó durante una década a las órdenes de los directores generales de Cultura Ana Rodríguez Navarro, Carlos Madera, Adolfo Rodríguez Asensio y los primeros meses de la etapa de José Luis Vega.

Ampliación del Museo

Desde esa jefatura, Ignacio Alonso supervisó numerosas intervenciones en el patrimonio asturiano, incluido el inicio del proyecto de ampliación y rehabilitación del propio Museo Arqueológico, que comenzó en 1993 y no estuvo exento de polémica.

Con él al frente del servicio de Patrimonio del Principado se puso en marcha el plan director de la Catedral de Oviedo y se realizaron diversas intervenciones en los monumentos del Prerrománico ovetense, concretamente en Santa María del Naranco y San Miguel de Lillo.

Ignacio Alonso se ocupó del seguimiento de las obras de restauración del monasterio de Valdediós y de poner en marcha el plan del románico de Villaviciosa. También estuvo al frente de la consolidación del castro de Coaña y del cerramiento de las cuevas con arte paleolítico.