Oviedo rendirá un homenaje al arquitecto Juan Miguel de la Guardia (1849-1911), artífice del gran ensanche de la ciudad a caballo de los siglos XIX y XX. Sin embargo, según precisó ayer el concejal popular Mario Arias, ese reconocimiento llegará “a su tiempo”, cuando se recuperen, o estén en vías de hacerlo, algunas de sus obras públicas que se encuentran en un avanzado estado de deterioro y para las que hay proyectos de rehabilitación. Es el caso, por ejemplo, del kiosco de la música del Bombé o de la plaza de toros.

Arias, frente a lo manifestado por la portavoz de Vox, Cristina Coto, quiso “dejar claro” que el PP “nunca se negó” al homenaje a De la Guardia, natural de la localidad cántabra de Ontaneda, para el que la formación de Abascal ha pedido el título de “hijo adoptivo” de Oviedo. “Lo que mantenemos es que ese reconocimiento debe hacerse a su tiempo”, apunta.

El Colegio de Arquitectos se sumó ayer a la reivindicación del homenaje, ya que “resulta incomprensible que se deniegue tal distinción a alguien que fue arquitecto municipal de la ciudad y que ha dejado su huella en forma de reconocidos edificios”. “De la Guardia es el creador de gran parte de la ciudad tal y como hoy la conocemos”, afirma José Ramón Puerto, vicedecano del Colegio.