El comercio y la hostelería son esenciales para la economía de Oviedo, motivo por el que LA NUEVA ESPAÑA pretende dar visibilidad al apoyo a estos dos sectores a través de una nueva campaña. El espacio #soisesenciales presenta a los pequeños negocios de la capital del Principado, comercios y locales de restauración, que están siendo muy castigados por las consecuencias económicas de la crisis sanitaria. La campaña cuenta con el apoyo del Ayuntamiento de Oviedo y está abierta a la incorporación de todas aquellas instituciones o entidades que quieran mostrar su respaldo al comercio y la hostelería local.
Los dueños de los pequeños negocios de Oviedo, los propietarios de bares, restaurantes o sidrerías y el resto de los autónomos que se han visto obligados a cerrar sus puertas afrontan un momento crítico. Muchos de ellos echan cuentas y empiezan a considerar tarea dificultosa volver a abrir sus negocios si las administraciones no ponen en marcha planes de ayuda para salir de un pozo que cada vez se hace más profundo. Si la pandemia no se reconduce, comerciantes y hosteleros vaticinan “un futuro muy negro” y “cierres en cadena” en dos sectores cruciales para la economía local.
Casto Fano, hostelero: “Más que cuándo, lo importante es cómo abriremos”
El hostelero Casto Fano se muestra muy cauto respecto a la reapertura del sector. Aunque admite la debacle que ha supuesto el cierre forzoso de los bares y restaurantes es consciente de la importancia de la cuestión sanitaria y se muestra especialmente preocupado por las condiciones en las que podrán volver a trabajar. “Es más importante el cómo nos dejarán abrir que el cuándo”, indica preocupado por una posible reapertura con limitaciones que impidan la rentabilidad de los negocios.
Luis Bobes, comerciante: “Volver a ver a los clientes entrar fue una gran alegría”
Luis Bobes lleva trece años al frente de una emblemática sombrerería regentada por su familia desde 1965, pero pocos momentos le han dado mayor alegría que la reciente reapertura del pequeño comercio. “Fue una gran alegría ver que los clientes volvían a entrar por la puerta”, confiesa a la vez que dice estar preocupado por la campaña navideña. “No sabemos cómo va a responder la gente y sería importante que reabriera la hostelería”, explica el pequeño empresario.
Roca Suárez, actor: “Es injusto cerrar los teatros con cero contagios”
Roca Suárez es un actor que reconoce el esfuerzo del personal de la consejería de Cultura para combatir la pandemia, pero critica la decisión de cerrar los teatros. “No entiendo ni me parece justo cerrar el sector cuando no ha habido ni un solo contagio en los teatros”, señala el intérprete, instando al Principado a “dejar claro” su compromiso con la cultura en los próximos presupuestos regionales, así como el resto de sectores afectados por los efectos de la pandemia.
Rodrigo Roza, hostelero: “Tenemos que adaptarnos a todos los escenarios”
Sacar el mayor rendimiento a la venta a domicilio mientras se prepara para una posible apertura. En esas dos líneas trabaja incansablemente el hostelero Rodrigo Roza desde su local de la calle Cervantes. Con dos décadas de trayectoria a sus espaldas, Roza ve vital la capacidad de reinventarse para sobrevivir a la difícil situación sanitaria. “Tenemos que saber adaptarnos a todos los escenarios”, indica el empresario, todavía confiado de “poder salvar la Navidad”.
Carlota Álvarez, comerciante: “Afrontamos la Navidad con optimismo”
Carlota Álvarez tiene una pequeña tienda de ropa que ella misma hace a mano en el Rosal. Su primer aniversario fue en plena pandemia. Durante el cierre ha seguido trabajando en su atelier creando novedades y volcándose en las redes sociales y la venta online. “Después de pasar momentos difíciles, en los que el apoyo de la clientela fue fundamental para seguir adelante, afrontamos con optimismo la campaña de Navidad”, señala Álvarez.
Sam Peña, pianista: “Ahora mismo el sector cultural está casi muerto”
Sam Peña es un pianista nacido en Oviedo que vive a caballo entre Gijón y Londres, pero actualmente se encuentra en tierras asturianas aprovechando el parón para seguir formándose. “Ahora el sector cultural está prácticamente muerto”, apunta un artista dolido por “no poder hacer lo que más nos gusta”, pero optimista en cierta medida porque considera que ese ansiado futuro de normalidad “en algún momento llegará”.
