El Principado trató ayer de tranquilizar a las 40 familias adjudicatarias de las viviendas sociales del Campón prometiéndoles la máxima celeridad para su entrega. El director general de Vivienda, Fermín Bravo, atendió a las afectadas, concentradas para protestar frente a la consejería de Bienestar Social, y les aseguró que la próxima semana comenzarán a citar a los agraciados en el sorteo, celebrado hace cuatro meses. El anuncio fue acogido con alegría contenida por un colectivo receloso con los compromisos regionales. La propia consejería puntualizó ayer por la tarde que, si bien las citaciones se comunicarán a partir de la próxima semana, todavía no hay un plazo seguro para iniciar la ocupación de las viviendas.
Aunque el gobierno regional aseguró esta misma semana que no permitiría la llegada de los nuevos inquilinos hasta la resolución por parte del Ayuntamiento del permiso municipal para utilizar los garajes, el ejecutivo autonómico anunció ayer un cambio de postura. “La entrega de llaves irá acompañada de un anexo en el que declararán ser responsables de aparcar correctamente”, apuntó como alternativa a la versión inicial que rechazaba la ocupación de los pisos hasta que los garajes estuvieran listos.
Respecto a la licencia de los aparcamientos del bloque de viviendas anunció un contrato menor para cambiar el paso de peatones ubicado justo en una de las entradas a los garajes. “Creemos que no es indispensable para conceder la licencia, pero ya está en ello”, indicó, dejando entrever que el retraso en la entrega se debía en gran medida a la demora en los trámites municipales. “Cuando concedieron la licencia de construcción ya sabían que había este problema”, sostuvo Bravo.
"Solo nos informó LA NUEVA ESPAÑA", reprochan los afectados al Gobierno regional
La decena de afectadas concentradas frente a la sede de la consejería mostraron alegría contenida sobre el anuncio. “Hasta que no tenga las llaves en la mano no estaré tranquila”, dijo Nadia Branani con cierta desconfianza frente a lo que considera “continuos incumplimientos de promesas” por parte de diferentes representantes de la administración regional.
Las asistentes a la protesta aprovecharon para afear al responsable de Vivienda la escasa información dada por la consejería a los adjudicatarios. “Solo nos informó LA NUEVA ESPAÑA”, le espetó Branani al director general de Vivienda en referencia a la información de este diario en la que se adelantó que la demora en la entrega se debía a un fallo de obra, pero Bravo negó la mayor. “Al menos por mi parte siempre he dado la información que se me solicitó”, subrayó el alto cargo regional.
