"Hacía un frío de cojones". Con estas palabras se quejaba el entrenador del Clínica Sur-Aspasia Valladolid, Hugo López, del estado en el que los jugadores de su equipo y del Liberbank Oviedo Baloncesto tuvieron que disputar su partido de LEB Oro del pasado sábado en el polideportivo de Pumarín. Unas quejas que, además de la ausencia de calefacción, se referían al hecho de que no dejasen a los jugadores ducharse tras el partido debido a las restricciones impuestas por el Principado para frenar la segunda ola de la pandemia.

Las quejas de López han sido seguidas de duras críticas en las redes sociales ante el mal estado del polideportivo de Pumarín. A través de Twitter, motivados por simpatizantes del club que denunciaron la situación, analistas reputados del baloncesto español como Antoni Daimiel o Siro López se solidarizaron con el Liberbank Oviedo Baloncesto e instaron al Ayuntamiento a intervenir para mejorar las instalaciones.

“Me llama la atención sobre todo por la ciudad de Oviedo. Con tanto nivel en algunas cosas... La verdad, es difícil de entender y asimilar”, escribió Daimiel, famoso por sus retransmisiones de la NBA junto al añorado Andrés Montes. Por su parte, Siro López señalaba, en clara alusión a las palabras de Hugo López, que “No estaría mal que el @aytoviedo hiciera algo para adecuar el pabellón en donde juega el @oviedocb. Aunque solo sea para que no le pongan la cara colorada los que vienen de fuera”.

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Entre los aficionados, también tuvo gran predicamento el artículo de Pedro Zuazua publicado este martes en LA NUEVA ESPAÑA, en el que el autor reclamaba que “para seguir creciendo –para aspirar a un ascenso a la ACB, por ejemplo– el Oviedo Baloncesto necesita un pabellón en condiciones”.